El Ayuntamiento ha convocado el concurso para adjudicar las obras de rehabilitación del Convento Regina, uno de los proyectos incluidos en el Plan Turístico de Grandes Ciudades y que había quedado paralizado. Las empresas interesadas tienen hasta mediados de septiembre para presentar sus ofertas. Las obras salen a licitación pero el cogobierno aún no ha decidido el contenido que tendrá el edificio, una vez que se descartó ubicar el Museo Cofrade planteado por el PP. Desde IU, formación que dirige el área de Turismo, se optó por un "contenedor cultural" aunque poco más se sabe del futuro del histórico edificio.

Las obras se centran en la rehabilitación y equipamiento básico de esta edificación, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), que harán posible dotar a este espacio de unas condiciones idóneas para poder ser utilizado como lugar de encuentro para todo tipo de actividades culturales y turísticas. El proyecto, redactado por personal técnico de la Gerencia Municipal de Urbanismo, contempla la rehabilitación general de la nave de la antigua iglesia en la que destaca la consolidación del artesonado mudéjar de gran valor, la recuperación de pinturas murales y la rehabilitación del coro y sotocoro, la conexión de este con la nave y un nuevo acceso al conjunto a través del mismo. El plazo de ejecución es de seis meses y cuenta con un presupuesto que asciende a 712.283 euros. Para completar la intervención en el conjunto de Regina, el Ayuntamiento presentó el pasado mes de agosto una solicitud a las ayudas convocadas por el Ministerio de Cultura, dentro del programa del 1,5% Cultural, que subvenciona hasta un máximo del 75% actuaciones en edificios con valores históricos y monumentales. El monto solicitado asciende a unos 700.000 euros con lo que, en caso de concesión de la ayuda, el total de ambas intervenciones superaría los 1,4 millones de euros.

La licitación del convento Regina se suma a la de la segunda fase del Templo Romano, que también ha salido a concurso esta semana, con un presupuesto menor de alrededor de 400.000 euros. Estos trabajos permitirán que el monumento sea visitable a partir del año que viene. Esto será posible por la instalación de una plataforma de unos 120 metros entre las columnas levantadas por Félix Hernández. La pasarela tiene un doble fin: conseguir con la menor intervención y de la forma más reversible posible un elemento que permita la protección de las estructuras, así como permitir el acceso del público visitante hasta el nivel actual del templo.