Córdoba

La Audiencia confirma la prisión para un 'gorrilla' que coaccionó a una mujer

  • El tribunal dice que hay aparcacoches que "pululan" por la ciudad para cobrar una "tasa ilegal" ejerciendo un "chantaje"

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha confirmado la pena de seis meses de cárcel para un gorrilla de nacionalidad rumana –F. P.– que coaccionó a una mujer para que le diera unas monedas por aparcar y a la que, incluso, le dio un manotazo en el trasero. Los hechos se produjeron sobre las 14:30 del pasado 1 de marzo en la calle Compositor Rafael de Castro, junto al centro comercial El Arcángel. La sentencia considera probado que, cuando la mujer intentó aparcar, el acusado le pidió “insistente y reiteradamente dinero”, llegándole a decir: “Dame dinero o no te vas”.

Al negarse la víctima, el procesado le agarró la puerta del coche y le metió la mano por la ventanilla. “No contento con ello, cuando la mujer le dijo que iba a denunciarlo, le lanzó a la cara los papeles de otra denuncia para mofarse de que no iba a disuadirlo”, expone la resolución. F. P. la persiguió hasta la comisaría de Campo Madre de Dios y, en el trayecto, le dio un manotazo en el trasero; finalmente, fue detenido.

El tribunal sostiene que la “contundente declaración de la víctima” deja sentado “con claridad” que el acusado, contrariado porque la mujer se negaba “desde su libérrima voluntad” a no sucumbir al pago de esa “tasa ilegal” se dirigió a ella para decirle que pagara o se iba. La sentencia critica el “chantaje” que ejercen sobre los automovilistas “este tipo de personas que incomprensiblemente pululan por la ciudad”. El delito de coacciones “resulta más que evidente”, concluye la Sección Tercera de la Audiencia, que de esta forma rechaza el recurso presentado por la defensa del acusado contar la resolución del juzgado de lo penal.

La resolución tilda de “incívica y reprochable” la conducta de F. P., mediante la que finalmente “consigue su propósito de que la víctima no efectúe el aparcamiento con libertad”. La defensa del procesado pretendía que el tribunal considerase los hechos como una simple falta, aunque la Audiencia rechaza esta solicitud.

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