Córdoba

Tú a Asia y yo a América

  • La Universidad fomenta la movilidad internacional de su alumnado con la convocatorias de becas con destino a países como Estados Unidos, Corea del Sur o India.

Distancias entre destinos

Distancias entre destinos / Infografía

Las becas de movilidad entre los universitarios tienen cada vez más demanda y ya no se quedan en los países de laUnión Europea (UE), que son las que corresponden al programa Erasmus+. La ampliación de los destinos es uno de sus focos de atracción y, en ello, está la Universidad de Córdoba (UCO), que desde el curso 2011-2012 ofrece a sus alumnos las becas UCOGlobal Asia –en países como Corea del Sur o India–. Un curso antes, la institución académica lanzó el programa UCOGlobal –en los que se incluyen países americanos, si bien, las universidades norteamericanas no se incorporaron hasta el curso 2012-2013–. La vicerrectora de Relaciones Internacionales de la UCO,Nuria Magaldi, explica que lo que pretende la Universidad con la firma de acuerdos bilaterales con instituciones de países extranjeros es “completar la formación académica de nuestro alumnado”. “Buscamos rubricar acuerdos con instituciones extranjeras de nivel y prestigio académico y científico y en países que resulten atractivos para nuestros alumnos”, añade y expone, además de los destinos más clásicos como Estados Unidos y Canadá, los países latinoamericanos –como Argentina, Chile, Brasil, Colombia o México– y asiáticos –especialmente Corea del Sur, India y Japón– “resultan cada vez más atractivos para nuestro alumnado”. 

La importancia de estas becas, según Magaldi, es su valor, ya que “forman a los estudiantes en un ambiente cultural y educativamente diferente, lo que hace que su personalidad se desarrolle y su perfil profesional se haga más completo”. “En una época en la que irse de Erasmus es casi lo normal y que estudiar en Europa es visto como algo más local, cursar un semestre en América o Asia hace que un estudiante destaque por encima del resto”, considera. A su juicio, este tipo de becas ofrecen “un factor diferencial muy importante en la formación del alumnado que las disfruta”. La vicerrectora hace hincapié en que el hecho de disfrutar de una beca de estas características hace que el alumno destaque, por ejemplo, “en una entrevista de trabajo por muchos intangibles, como pueden ser una visión más intercultural del mundo, la capacidad de ver los problemas desde un prisma diferente o la mayor capacidad de aceptar el cambio”. También alude a las diferencias entre las clásicas becas Erasmus. No obstante, considera que “no es una cuestión de mejor o peor, ya que nuestros socios en Erasmus son también excelentes”. La diferencia es que Erasmus+, detalla, “ya se considera algo más normal”. “La diferencia la aporta una chica que ha cursado un semestre en la Universidad Nacional de Seúl, o un alumno que acaba de irse a una universidad en Nueva Delhi, por poner dos ejemplos reales”, manifiesta y reseña que “ofrecer algo distintivo es clave a la hora de enfrentarse al mercado laboral actual”.

El aspecto económico es vital para que una familia pueda afrontar el coste del traslado de sus hijos a estos países durante medio año. En este caso, las ayudas “dependen del destino”, apunta la vicerrectora, quien añade que las becas rondan los 3.000 euros por semestre. No obstante, matiza que “también se tiene en cuenta si la universidad de destino incluye el alojamiento o no”. Así, los destinos a Estados Unidos y Canadá “cuentan con una ayuda ligeramente superior, ya que el nivel de vida en estos países es mayor”, si bien, no específica la cuantía. Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de solicitar este tipo de becas es el alojamiento y, según Magaldi, “en los casos en los que no forma parte del acuerdo entre entidades, la Oficina de Relaciones Internacionales de la UCO asiste a los alumnos para que puedan contactar con los servicios de alojamiento de las universidades de destino, donde les dan acceso a la oferta disponible”. Eso sí, destaca que “los alumnos son libres de buscar opciones por su cuenta”.

La convalidación de las asignaturas –actualmente ya no se utiliza este término, sino el de reconocerlas– es otro de los factores que tienen en cuenta los alumnos que solicitan estas becas. Para entender estos conceptos, la vicerrectora explica que “la diferencia esencial es que la convalidación hacía referencia a cuestiones de contenido entre asignaturas (a similitudes en los programas de estudio de las asignaturas, para entendernos), mientras que el reconocimiento está basado en las competencias que se adquieren cursando una asignatura”. El cambio de convalidación a reconocimiento, continua, “busca mayor flexibilidad para, precisamente, fomentar la movilidad, nacional e internacional, de nuestro alumnado”. “La primera piedra de la estancia se pone con el acuerdo de estudios, que se firma previamente al comienzo de la misma”, especifica, para subrayar que en éste “se contienen las asignaturas que se van a cursar en la universidad extranjera y por qué asignaturas se van a reconocer en el expediente UCO del alumno”. Este acuerdo está firmado por el vicedecano o subdirector de Relaciones Internaciones del centro al que pertenece el alumno y, por su contraparte en destino, como responsables académicos de la movilidad.

Las becas UCOGlobal “se distribuyen por centros en atención al número de alumnos de dicho centro, para intentar que la ratio número de alumnos/beca sea lo más parecida posible en nuestros diez centros”, recuerda Magaldi, quien reconoce que “siempre hay centros y titulaciones con mayor tradición, pero lo cierto es que la movilidad es transversal y las becas se cubren siempre, por lo que cada año tenemos embajadores de cada uno de nuestros centros en medio mundo”. Los estudiantes que se decantan por estas becas lo hacen cuando están en tercero o cuarto curso, “un momento óptimo de su formación académica, una vez están dotados de ciertas bases sólidas que le permitan aprovechar al máximo esta experiencia”, anota.

Además de por su cargo al frente del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de la UCO, Magaldi bien sabe de este tipo de estancias en el extranjero, ya que ella misma –que es licenciada en Ciencias Políticas y de laAdministración, además de doctora en Derecho–, cursó un semestre en la Ernst-Arndt-Möritz Universität Greifswald, “una pequeña universidad de larga tradición en la costa báltica alemana, por lo tanto, en la antigua Alemania del Este”, indica. “La experiencia fue magnífica a todos los niveles: crecimiento y desarrollo personal (nunca había vivido fuera de casa durante un periodo tan largo) y enriquecimiento cultural y social”, destaca, y recuerda que la beca también hizo posible mejorar el idioma y “la experiencia de estudiar Derecho en otra lengua”. “Tan buena fue la experiencia que al acabar la carrera solicité una beca de La Caixa y cursé, en esa misma Universidad, un máster durante un año y medio”, rememora. Todo un ejemplo para los que quieran irse.

Francisco Javier Peñas. Alumno de Ingeniería Informática: A Seúl dentro de un mes

Francisco Javier Peñas Francisco Javier Peñas

Francisco Javier Peñas

Francisco Javier Peñas tiene apenas 20 años, estudia tercero de Ingeniería informática en la UCO, y dentro de un mes se marcha a Seúl, capital de Corea del Sur. Este alumno de tercero de Ingeniería Informática reconoce que siempre ha querido cursar parte de sus estudios en el extranjero. “Tengo claro que tendré que irme, al menos de Córdoba, para encontrar un buen trabajo”, asegura. “Cuando fui a la reunión que organizó la Escuela Politécnica sobre movilidad, descubrí que además de Erasmus existían becas para irse a otras zonas del mundo donde es más difícil ir a estudiar por tus propios medios y decidí pedirla”, recuerda. A su juicio, “hay muchos destinos interesantes, pero definitivamente estudiar en una de las mejores universidades –la Nacional de Seúl– de uno de los países punteros en tecnología es una oportunidad que no se puede pasar por alto”. El joven llegará a Seúl, según cuenta, sin conocer mucho sobre la cultura asiática. Por el momento, se marcha el 15 de febrero y ya tiene planes para descubrir Seúl, que “es una de las ciudades más grandes del mundo y tengo mucho que explorar”. El joven confiesa que hace poco más de un año lo único que sabía de Corea es el lugar en el que se encuentra este país. Una situación que ha intentado enmendar en este tiempo: “Desde que me concedieron la beca he estado aprendiendo sobre su cultura y el idioma, ahora puedo formular alguna frase simple”, afirma.

Carmen Sánchez. Alumna de Educación Primaria Bilingüe: Desde el estado de Virginia

Carmen Sánchez Jurado Carmen Sánchez Jurado

Carmen Sánchez Jurado

Su primera opción fue irse con las beca Erasmus+ a Holanda, pero al saber que tenía la opción de ir a Estados Unidos con la beca UCOGlobal cambió de opinión, porque incluye una “gran diversidad de destinos por América del Norte y América del Sur”. La razón, según explica Carmen Sánchez, fue “porque como futura maestra me interesaba bastante conocer el sistema de enseñanza establecido en Estados Unidos”. En concreto, esta futura docente ha estado en la Virginia Commonwealth University de Richmond, en el estado de Virginia. Ahora de vuelta, la joven recuerda que el ritmo de vida para un estudiante allí “es totalmente diferente, porque todo el mundo vive en el campus y todo lo que puedas necesitar lo vas a encontrar allí”. “El sistema de clases en Estados Unidos es diferente con respecto a España, ya que allí prima más la práctica que la teoría”, explica y subraya que “normalmente, los profesores mandan una serie de lecturas que debemos hacer previamente a las clases para poder debatir del tema todos juntos, y la gran parte de la nota de la asignaturas recae sobre los trabajos y no sobre los exámenes”. La joven ha sucumbido al tópico de comprobar que en Estados Unidos “todo es como en las películas” que se ven al otro lado del charco. Así, reconoce que “me encontré lo que esperaba: coches grandes, avenidas grandes, edificios grandes, campus grandes... y la comida no se quedaba atrás, solo hacia falta ver el tamaño XXL de la coca-cola del McDonald”. Ésta no fue la única diferencia se encontró Carmen, ya que otra fue “la gran diversidad del alumnado en el campus”. “Había gente de todas las nacionalidades, yo por ejemplo vivía con tres americanas cuyas familias emigraron de India”, indica. La joven ha aprovechado su estancia en Estados Unidos y no ha perdido la oportunidad de viajar por la Coste Este. Chicago, Washington o Nueva York han sido algunas de las ciudades que ha visitado la joven, además de un hacer un viaje por Florida. Tanto ha disfrutado con esta beca, que Carmen reconoce que el único aspecto que mejoraría de la misma es “que fuera de más larga duración”. “He disfrutado y aprendido mucho a lo largo de este cuatrimestre y me hubiera gustado estar todo el curso”, subraya. Aún así, anota, “para todo aquel que esté interesado en vivir la experiencia americana, ir de estudiante universitario es una de las mejores opciones”.

Ana Mora Tejada. Alumna de Traducción e Interpretación: Hasta Navidad en Yongin

Ana Mora Tejada Ana Mora Tejada

Ana Mora Tejada

Alumna de tercero de Traducción e Interpretación, Ana Mora –que estudia japonés desde que tenía 13 años– ha estado el primer semestre del curso en Corea del Sur y ha vuelto aCórdoba por Navidad. Ella eligió la institución Hankuk University Of Foreign Studies. Se trata, según cuenta, de una “universidad especializada en Traducción e Interpretación”, que ofrece “muchos idiomas”. “Esta universidad dispone de campus, uno en Seúl, la capital, y otro en un pueblo llamado Yongin”, detalla. Ella se alojó en Yongin –una ciudad de un millón de habitantes a 40 kilómetros de Seúl– porque el departamento de traducción se encontraba allí. Asegura que el día a día allí era “bastante ajetreado”, ya que desde las 09:30 tenía clases de coreano para extranjeros. “Después comía si me daba tiempo y, si no me iba directa a las clases que tuviera por la tarde”, rememora. La joven destaca que la convivencia “era muy cómoda, ya que tenía amigos de todas partes (Macao, Taiwan, Japón o México) y estábamos todos bastante unidos, ya que no había muchos extranjeros, puesto que éramos unos 40 en todo el campus. A su juicio, la mayor diferencia cultural en Asia “siempre será el contacto físico, ya que es muy raro encontrar asiáticos que permitan algún abrazo o simplemente cualquier tipo de contacto”. Asegura que la beca “es una gran experiencia” y que “repetiría sin dudarlo”. En el lado negativo, Ana considera que es “una beca que no mucha gente coge y, esto hace que haya una gran desinformación por parte de las universidades, provocando así que a veces los estudiantes estemos un poco perdidos en cuanto a papeleo”.

María Olga Sánchez. Estudiante de Derecho: Otro modelo de enseñanza

María Olga Sánchez María Olga Sánchez

María Olga Sánchez

“Cuando vi la oportunidad de ir a Corea no lo dudé ni un instante”, asegura María OlgaSánchez, alumna del grado de Derecho en la UCOy que ha pasado el primer semestre del curso en Seúl, en concreto, en la universidad Ewha Womans University. Ella también ha regresado a Córdoba y recuerda que su día a día allí era “apasionante y aburrirte no era una opción”. “Las clases eran increíbles, muy alejadas del modelo español, en las que en muchos casos, el profesor pasa unas aburridas diapositivas que tendrás que memorizar al dedillo para el día del examen”, explica y añade que “allí, los trabajos de investigación, películas, artículos científicos y debates de actualidad eran el pan de cada día”. Por ello, continúa, “puedo decir que aprendí más que en los dos años que estudié en España y sin verme forzada a memorizar una sola línea”. También ella alude a las diferencias culturales que “a pesar de ser gigantes, es lo que hacía del destino muy especial”. La alimentación, confiesa, fue “la mayor de las pesadillas porque la comida era extremadamente picante; hasta el punto de no poder llevarme casi nada a la boca”. Dice también que el coreano era para ella “un idioma completamente imposible de intentar aprender”, pero como “había tantísimos extranjeros podías vivir sin problemas sólo con un buen nivel de inglés”. A pesar de ello, María Olga afirma que toda la experiencia “en sí es única e inigualable”, aunque reconoce algún aspecto negativo de la beca y asegura que son pocos los que se atreven a pedirla porque “hay muchos vacíos de información”. “Tu mismo debes gestionar tu beca; el trabajo burocrático puede llegar a ser agotador, pero si tienes ganas, podrás superarlo”, anota.

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