Córdoba

Aguilar acepta estar en la nueva etapa de IU liderada por el PCE

  • La alcaldesa dirigirá el Área de Institucional, que ya tuvo con Llamazares aunque no ejerció · Cayo Lara se convierte en el nuevo coordinador con un 55% de los votos

No sólo se queda, sino que asume un papel protagonista. Rosa Aguilar es desde ayer la responsable del Área Institucional de la nueva dirección federal de Izquierda Unida (IU) que lidera Cayo Lara (PCE), una tarea que no le es nueva ya que la alcaldesa ya ostentó tal cargo, aunque sin ejercerlo en plenitud, en el equipo del ex coordinador general Gaspar Llamazares. Con este paso adelante, Aguilar acaba con las especulaciones que apuntaban a que el resultado del Consejo Político Federal de ayer sería una excusa para explicar su marcha de la coalición de izquierdas, al tiempo que evidencia que su decisión ha sido la de poner el hombro en un momento en que, como ella misma ha reiterado en numerosas ocasiones, IU puede jugar un papel importante si se sitúa al lado de los intereses y preocupaciones de los ciudadanos.

Al término del Consejo en Madrid, la alcaldesa apuntó a El Día que desde que se vio la imposibilidad de elegir a un coordinador en la Asamblea del 15 y 16 de noviembre y  hasta ahora, ella ha estado en la línea de sumar esfuerzos para que IU tuviera un cabeza visible y se pudiera configurar una dirección que respondiera a la pluralidad de la izquierda. Pluralidad, desde luego, ya que la cúpula está formada por diez miembros del PCE –incluido Cayo Lara–, seis llamazaristas, cinco de la Tercera Vía, uno de la CUT y otro no alineado con ningún sector. Sin embargo, hay un aspecto por el que han pasado Aguilar y todos los de su sensibilidad, y es el porcentaje de apoyo que ha tenido Lara, concretamente un 55% frente al 17% de Joan Josep Nuet –Tercera Vía– y el 27% de papeletas en blanco. En la Asamblea de hace un mes apuntaron que no se podía forzar la elección de un coordinador que sólo reuniera el 50% de los respaldos o poco más, ya que precisamente esa situación fue la que se encontró Gaspar Llamazares y de la que su corriente se lamentó una y otra vez al entender que el resto de la coalición, sobre todo el PCE, no les dejaba andar. Ahora, se han pasado por alto esas condiciones de partida y se ha aceptado entrar en la dirección de Cayo Lara. La lectura que hacen los allegados a Aguilar es que IU no puede perder más tiempo en sus cuitas internas y que, por ello, se hacía necesario reconducir la situación con el compromiso de que todos van a arrimar el hombro. En cualquier caso, las mismas fuentes son conscientes de cuál es la situación y no vacilan al afirmar que IU está rota internamente, y eso que ahora sólo se han materializado dos candidaturas frente a las cinco que se presentaron en Rivas (Madrid). En cualquier caso, era obvio que no todas iban a salir adelante y que respondían más bien a un intento de marcar situaciones de fuerza. La que sí podría haber seguido pero se retiró ayer tras las negociaciones de la mañana fue la del llamazarista Eberhard Grosske. No obstante, Lara ha incluido en su cúpula a otras voces discordantes, como su oponente en la elección, Nuet, que estará al frente del área Interna del partido.   Inés Sabanés se queda con el área de Política y Fundación de Estudios y Juan Manuel Sánchez Gordillo se hará cargo de Vivienda. El secretario general del PCA, José Luis Centella, coordinará la Política Autonómica del partido.

Con la llegada de Cayo Lara a la coordinación general de IU, el PCE retoma las riendas de la coalición después de ocho años en minoría, una situación que no contenta a buena parte de los afines al ex responsable de la organización y todavía diputado en el Congreso. Rosa Aguilar, por ejemplo, no milita en el partido desde hace tiempo y ha marcado distancias en muchas ocasiones, entre otras cuando se habla de la III República. Algunas fuentes señalaban ayer que al menos desde dentro de la formación se intentará frenar algunas posiciones que consideran extremistas o lejanas a lo que de verdad preocupa a los ciudadanos, aunque a nadie se le escapa que la debacle electoral de IU ha sido más visible durante los mandatos de Gaspar Llamazares.

Para el coordinador provincial de IU, Francisco Martínez, la elección de Cayo Lara supone el “cierre” de la crisis del partido y el inicio de la nueva etapa basada en la pluraridad. Martínez reconoció que el ahora cabeza visible de IU era su candidato y que aportará frescura al partido en estos momentos tan difíciles. Precisamente, uno de los colectivos de la coalición de izquierdas va a ser recobrar el protagonismo en la calle, entre los trabajadores, de mano de movilizaciones sociales de las que ya han dado cuenta en los encierros que han llevado en algunas instituciones de Sevilla y en la Diputación de Córdoba. De hecho, en su primer discurso como coordinador general, Cayo Lara hizo un llamamiento a la huelga general si la situación económica sigue empeorando.

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