Un médico y una residente pertenecientes a la Unidad de Salud Mental del ambulatorio de la avenida de América sufrieron el pasado lunes una agresión por parte de un paciente que incluso llegó amenazarles con suicidarse. Como consecuencia de estos hechos, y según la información facilitada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), desde el Hospital Reina Sofía se procedió inmediatamente a la activación del protocolo que establece el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para profesionales. El agresor, según los datos aportados, fue un paciente que acudió a consulta con una actitud hostil y amenazadora y que se autolesionó. Tanto el médico como la residente que se encontraba con él en ese momento fueron atendidos en la Unidad Técnico Jurídica y ya han formalizado la demanda judicial.

Tanto el hospital como la Delegación Provincial de Salud, como así lo refleja el comunicado emitido por el SAS, condenan cualquier tipo de violencia, física o verbal, dentro o fuera de un centro sanitario, ya que bajo ningún concepto o circunstancia se puede justificar este tipo de actuaciones. No es la primera vez, sin embargo, que se produce un suceso de estas características en cualquiera de los centros dependientes del Reina Sofía ni tampoco la primera vez que lo denuncia el SAS. Así, hace sólo una semana saltó a la luz pública la agresión a un enfermero que se encontraba de servicio.

El Plan de Prevención y Atención de Agresiones se elabora con el objetivo prioritario de reducir las posibles agresiones incorporando cursos de formación en manejo de situaciones conflictivas o adaptaciones de locales y análisis de las incidencias que se producen, entre otros. Asimismo, este Plan incluye atención médica, asistencia jurídica y apoyo psicológico.

Desde la delegación provincial del Sindicato Médico (Simec) destacaron la reacción que tuvo la dirección del SAS cuando conocieron los hechos y destacaron que, por suerte, las víctimas de la agresión no tuvieron que ser atendidos en Urgencias al no sufrir lesiones. El colectivo sí criticó, sin embargo, que el SAS no contemple la posibilidad de mejorar la vigilancia, sobre todo en unidades como la de Salud Mental.