Cómete Córdoba

Un rincón para aprender y disfrutar con el buen vino

  • Capitán 37. Dirección: Avenida del Gran Capitán, número 37. Teléfono: 957 61 25 35.

Rubén Urbano, a la izquierda, junto a parte del equipo humano que trabaja en Capitán 37.

Rubén Urbano, a la izquierda, junto a parte del equipo humano que trabaja en Capitán 37.

Desde el pasado mes de octubre, se puede disfrutar en Córdoba de un singular espacio que permite deleitarse con una amplia carta de vinos, de aprender del apasionante mundo vinícola y en el que además se puede combinar la degustación de estos caldos con una buena comida, una propuesta perfecta para maridar los más de 40 vinos que pone a disposición de sus clientes Capitán 37, una enoteca que nació fruto del esfuerzo y el trabajo de tres socios y amigos: Rubén Urbano, Marta Serrano y Jesús Roldán. Jóvenes emprendedores que después de años de acumular experiencia en el sector y gestionar otros negocios hosteleros se lanzaron a la aventura de convertir un local de la avenida del Gran Capitán en un espacio para el disfrute y el aprendizaje.

-¿Cómo ha sido la acogida en los primeros meses de vida de Capitán 37?

-La verdad es que la acogida está siendo bastante buena. Abrimos el pasado 25 de octubre y la gente ha respondido muy bien. Tenemos algo que en Córdoba no se estaba dando actualmente, que es una enoteca con mucha variedad de vinos, en la que además ofrecemos la posibilidad de combinarlos también con una buena comida. -¿Cuál es la historia por la que se gesta este negocio?

-El Capitán 37 no es mi primer negocio en la hostelería. Yo llevo 14 años en este sector y para este proyecto nos juntamos tres amigos -Marta Serrano y Jesús Roldán a parte de mí- vinculados al mundo gastronómico. Teníamos muy claro el tipo de negocio que pretendíamos llevar a cabo y por el resultado estamos bastante satisfechos, además de por la respuesta de la gente. -¿Por qué destaca principalmente el Capitán 37?

-Yo creo que si algo tenemos en Capitán 37 que nos hace diferentes es nuestra carta de vinos, con más de 40 variedades distintas para ofrecer a nuestros clientes. -¿Y cómo se consigue elaborar una carta de vinos tan amplia?

-Nosotros trabajamos con proveedores que tienen vinos que no están habitualmente en los lineales de las grandes superficies de alimentación, vinos que la gente no encuentra en su día a día. Además, tratamos de que nuestra oferta sea completa, que no se quede sólo en los Rioja o Ribera del Duero, que son caldos más habituales en la hostelería. -¿La ubicación del negocio es algo que se estudia mucho a la hora de dar el paso?

-Por supuesto, al menos en nuestro caso así fue. Estamos en la avenida del Gran Capitán porque es un sitio de paso bastante habitual, en el que la gente puede conocernos con facilidad. Es una zona además cercana al centro, con un tipo de público al que le puede interesar bastante nuestra oferta, abierto a esta propuesta y dispuesto e interesado a probar cosas nuevas. -¿Cómo es este mundo de la hostelería?

-Es bastante complicado, porque trabajamos con personas, no somos máquinas. Entonces tienes que intentar siempre que el equipo humano esté motivado en su trabajo. Nosotros somos siete personas trabajando en este negocio y tenemos que estar siempre en sintonía para que todo funcione. Además, tienes que poner mucha confianza en la gente que trabaja contigo. La hostelería es un mundo complicado y está claro que tiene que ser tu pasión para dedicarte a ello de manera plena. -¿Como definiría la cocina del Capitán 37?

-Tenemos comida diferente a la habitual, pero sin salirnos mucho de ahí, sin hacer algo estrambótico. Es un tipo de cocina diferente e innovadora, en la que ofrecemos al cliente un buen producto e intentamos no alterarlo demasiado. Y trabajamos tanto con las tapas como con las raciones, para dar al cliente la oportunidad de elegir si prefiere comer algo más concreto y en mayor cantidad o probar varias elaboraciones a la vez. -¿Qué destaca la clientela de esta oferta gastronómica?

-Algunos de nuestros platos más solicitados son el carpaccio de pulpo o el tartar de atún. También tienen mucho éxito algunos más clásicos como el flamenquín de pollo. -¿Cuál cree que es la novedad que aporta Capitán 37 a la gastronomía de Córdoba?

-Además de servir al cliente y ser un local en que se come y se bebe bastante bien, nosotros intentamos enseñar sobre vinos y sobre comida a la gente que nos visita. Todo en este negocio tiene un porqué y todo se puede explicar al cliente. Nos gusta que la persona que nos visita sepa qué vino está tomando, sus características, su historia, igual que con la comida. Eso es lo que creo que hace único a Capitán 37.

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