La hostelería es un sector apasionante y complejo. Tanto es así que, aunque la experiencia siempre es un grado, los profesionales de este ámbito coinciden a la hora de señalar que el día a día en sus puestos de trabajo requiere de un aprendizaje constante. Y es que el trato directo con el cliente no entiende de protocolos o procesos establecidos. A diario el profesional de la hostelería se somete a un examen, algo que resulta exigente, pero también estimulante. En ese proceso de aprendizaje constante se encuentra Juan Carlos Espada, el propietario del Bar-Cafetería El Baluarte. Y es que este madrileño afincado hace ya muchos años en Córdoba no entró a la hostelería como primera aventura profesional, pero terminó reconduciendo hacia ella su gusto por el trato directo con los clientes, hasta lograr la meta que muchos de los trabajadores del sector se marcan: poder abrir un negocio propio y hacerlo crecer de manera progresiva.

Juan Carlos Espada, madrileño de nacimiento, lleva 12 años afincado en Córdoba. Como él mismo cuenta, sus inicios en el plano profesional poco tenían que ver con un bar. "Empecé trabajando en el sector de la farmacia, en distintos cargos, y siempre me gustó mucho el trato con el público", recuerda. Eso fue lo que le llevó años más tarde a "probar en el mundo de la hostelería y ya hace años que vengo siguiendo el ritmo de esta profesión".

De su trabajo, Juan Carlos destaca como estimulante el cara a cara con los clientes, algo que siempre es de valorar en un negocio, aunque también reconoce las dificultades que supone echar a andar un bar de manera personal. "Es una experiencia muy dura, porque requiere muchas horas de trabajo y después de eso te llevas muchas historias en la cabeza a casa, tratando de cuadrar todo y que salga lo mejor posible", indica. La complicación es mayor aún si es la primera vez que uno afronta el reto de trabajar con cuenta propia, como autónomo. "Empezar de cero en un negocio es algo que cuesta, pero bueno, poco a poco se van consiguiendo resultados y yo estoy logrando sacar mi bar adelante", apunta Juan Carlos, "feliz y contento" de la decisión que tomó hace ahora casi un año, cuando "estaba en paro y decidí hacerme autónomo y lanzarme a montar mi propio bar".

Fue entonces cuando Juan Carlos Espada dio con su local de la calle Camino de los Sastres, un establecimiento que ya había funcionado anteriormente como negocio de hostelería, aunque como comenta el propio Juan Carlos, "no tenía buenos antecedentes de los negocios anteriores que pasaron por este sitio". Tras una pequeña reforma, desde octubre funciona a pleno rendimiento El Baluarte, un bar-cafetería que tiene su gran atractivo en la franja matinal de los desayunos.

De esta manera, poco a poco y en tan solo unos meses, El Baluarte se ha hecho hueco entre la clientela de una zona de la ciudad con mucha competencia como es Ciudad Jardín, gracias al buen hacer de su dueño, que ofrece sabrosos desayunos desde primera hora de la mañana y a un precio muy competitivo. Abierto desde las siete de la mañana, El Baluarte ofrece a sus clientes hasta cinco variedades de pan, que pueden acompañar con patés de todo tipo, embutidos, el clásico jamón serrano en pizquitos, mermeladas y mantequilla. Todo ello, acompañado de un café, tiene el precio de 1,70 euros. Un coste muy accesible para el bolsillo de cualquier cliente.

Además de eso, El Baluarte es también un lugar idóneo para tomar un refresco al mediodía o el café de la tarde. A pesar de no contar con cocina en su local, Juan Carlos Espada se afana en agasajar a sus clientes con alguna tapa para acompañar cada una de sus consumiciones. Y es que, como él mismo reconoce, "poco a poco voy haciendo más cosas, probando otras y tratando de que todo ruede". Esa es la exigencia de la hostelería, un sector laboral que no permite la relajación si se persigue el éxito. Juan Carlos, desde luego, lo tiene claro, y plantea este primer año que cumplirá pronto a pleno rendimiento "como una etapa de aprendizaje y para coger experiencia, aunque eso realmente nunca dejas de hacerlo". Mientras tanto, sus clientes pueden dar buena cuenta de los sabrosos desayunos con los que El Baluarte ha entrado fuerte en Ciudad Jardín.