Hace ya casi cuatro años que el Bienmesabe arrancó su andadura como aventura personal en el mundo de la hostelería de Cristina Ruiz y Miguel Ángel Sabio, una pareja de cordobeses que se lanzaron a abrir su propio negocio de hostelería con el fantasma de la crisis aún acechando como añadidura a las dificultades que en sí ya encierra poner en marcha una empresa de este tipo. Pero como ellos demostraron, cuando un negocio tiene una idea clara y la defiende a rajatabla, los resultados suelen llegar tarde o temprano.

En el caso de Cristina y Miguel Ángel, esa idea clara estaba en su concepción de la cocina como algo casero. Los platos del Bienmesabe permiten al cliente transportarse a la cocina tradicional y a las recetas clásicas de la mano de ingredientes frescos y de primera calidad, cocinados de la manera más natural posible. Esa es la máxima que defiende Miguel Ángel Sabio, que asegura que se deja "el alma" en su cocina, esa que huye de las patatas congeladas, las salsas de bote o la verdura empaquetada en plástico para dar protagonismo a los buenos productos como la carne gallega o el atún rojo gaditano y también a la destreza del cocinero. "Absolutamente todo lo que sale de mi cocina lo preparo de manera artesanal y casera", asegura Miguel Ángel. Y esa convicción ha provocado, claro, la rápida respuesta de los clientes a un negocio que ofrece cocina de primera calidad a precios muy competitivos.

El empujón definitivo al Bienmesabe vino de la mano de los dos premios que la Cofradía del Rabo de Toro concedió a la receta de Miguel Ángel. Muchos desconocidos se acercaron entonces atraídos por esos galardones y descubrieron muchas otras recetas de una cocina que gusta a todos y que tiene mucho de verdad en sus platos.

El crecimiento de Bienmesabe llevó a Cristina y a Miguel Ángel a plantearse la expansión de su negocio y así pasaron de gestionar su restaurante en la Calle Atlántico número 9 a abrir un segundo, La Esquinita de Bienmesabe, en el número 1 de la Plaza de Vista Alegre, local que ofrece la misma cocina que tanto éxito le ha otorgado a este matrimonio cordobés. Un salto que conlleva un extra de sacrificio pero que también aumenta la satisfacción, como confiesa el propio Miguel Ángel: "Cada vez viene más gente nueva porque funciona muy bien el boca a boca y las reseñas que los clientes nos dejan en internet".

Ahora que se acerca la fecha de las tradicionales celebraciones, el Bienmesabe es un hervidero de reservas y Cristina y Miguel Ángel ya preparan un final de año cargado de trabajo. Para ello han confeccionado dos menús base, "con productos de nuestra carta, para que la gente que viene por amigos o familiares que ya nos conocen prueben lo que ofrecemos aquí a diario", cuenta Miguel Ángel.

Y es que por 25 euros o 30 euros el comensal, Bienmesabe ofrece dos opciones muy atractivas a la hora de organizar una comida de empresa, de amigos o con la familia. La primera de ellas incluye unos entrantes de jamón y queso, croquetas de setas y timbal mexicano, además de un primer plato a elegir entre atún rojo a la plancha, merluza con salsa marinera, lomo a la salsa de almendra o solomillo a las dos salsas. La bebida y un surtido de postres, por supuesto caseros y elaborados por Miguel Ángel, van incluidos en el precio.

Y por cinco euros más, la propuesta de Bienmesabe incluye como entrantes a compartir el jamón y queso, revuelto de morcilla y los flamenquitos (flamenquines pequeños al estilo personal de Miguel Ángel Sabio). Además, como plato principal los clientes pueden elegir el salmón con verduras, el lomo de bacalao al horno sobre lienzo de pisto, el hojaldre de presa o el laminado de solomillo de ternera. Los postres y la bebida van también incluidos en el precio.

Además, para aquellas familias que en los días fuertes de las fiestas navideñas no dispongan del tiempo necesario para cocinar, el Bienmesabe es una gran opción, pues Miguel Ángel prepara también sus recetas para que cada cual las sirva y las disfrute en su domicilio. Estos días son un ir y venir de reservar y preparativos, pero Cristina y Miguel Ángel siguen fieles a sus principios. Cuidar su cocina y ofrecer un producto de primera es un principio irrenunciable que les está generando una acogida por parte de los clientes que les emociona.