La civilización islámica, al igual que el resto de civilizaciones que pueblan el planeta, tiene pilares que delimitan el carácter y el sentir de sus habitantes. Su esencia estriba en la religión, la cultura, las tradiciones… y cómo no, en la gastronomía. Así, la gastronomía Halal es mucho más que una relación de recetas sobre ingredientes de la tierra del Islam, son las leyes sobre lo que le está permitido comer y no a este pueblo según por la Ley islámica. El término Halal es una palabra árabe que se traduce como "lícito" y no sólo se emplea para la comida y bebida admitida, sino que es un compendio de prácticas y servicios permitidos a los musulmanes.

El rápido crecimiento de la industria Halal en Europa brinda grandes oportunidades de negocio y turismo. Hay que tener en cuenta que la población musulmana supera los 44 millones y que Europa se ha convertido en un importante mercado para los fabricantes y productores de esta gastronomía. Además, mediante iniciativas de integración de esta gastronomía nuestro país sería destino clave de ocio y turismo musulmán. Tal es la importancia de este colectivo, y el alto poder adquisitivo de esta comunidad, que nuestros negocios no deberían pensarse dos veces subir al carro de la gastronomía Halal.

Sobre este tipo de comida, o estas leyes alimenticias, quizás lo primero que se nos venga a la cabeza sean las carnes y la prohibición en el mundo árabe de comer cerdo; y sin embargo también es importante la forma de procesar el alimento. Es cierto que algunas carnes animales han sido expresamente prohibidas por los versos del Corán. Están consideradas peligrosas para la especie humana y por ello no deben ser degustadas. En la lista de vetadas para el pueblo islámico encontramos la carne de cerdo, cualquier carne que contenga sangre, toda la carne animal que no haya sido sacrificada en nombre de Alá, animales que se hallen muertos y carne de cualquier animal fallecido por golpes o estrangulamiento de otro animal. Pensar implantar este tipo de gastronomía en las cartas de nuestros restaurantes trae más de un quebradero de cabeza, pero hay excepciones para donde no se encuentre comida halal. Hay concesiones, ya que en caso de no encontrar comida halal romper las leyes no será pecado. Las culturas occidentales presentan un gran reto para la cultura islámica, por lo que algunas veces, se permite romper las leyes establecidas.

¿Estará Córdoba preparada para este cambio que tanto turismo atrae? No hay que olvidar que la industria Halal europea está valorada en unos 70.000 millones de dólares y que nuestra ciudad se ubica en la puerta de entrada del Magreb a Europa. Córdoba, con la Mezquita como principal reclamo, es un enclave con una larga tradición andalusí que mantiene excelentes relaciones con los países de Oriente Medio y el norte de África. Para introducir y familiarizarnos con esta corriente, Madrid acoge en Ifema Expohalal, la feria monográfica sobre esta gastronomía con 60 expositores que este año será 10 y 11 de noviembre. Esta muestra concentrará los mejores productos y servicios de la industria y será un punto de encuentro entre proveedores y compradores entre oriente y occidente.

Muchos de los negocios presentes en la sección #cometecordoba asistirán a Expohalal. Si vuestra intuición os lleva hasta allí, será beneficioso para el motor económico de la ciudad potenciar este tipo de gastronomía. No creo haya una ciudad mas preparada que Cordoba para el reto de incorporar la comida Halal en nuestra oferta culinaria.