Cómete Córdoba

Ponga la mente en blanco

  • Propuesta. Una de las mejores opciones para refrescarse en verano es una copa de vino blanco, dejando que su sabor conquiste el paladar

El vino blanco es la opción preferida por los consumidores en todo el mundo, fundamentalmente en los países emergentes. En España, el tinto sigue dominando el mercado nacional, aunque cada vez menos: el descenso del consumo general de vino, que ha caído a mínimos históricos, afecta más a los tintos que a los blancos. Y con este calor, la opción del blanco tomado entre 8 y 10 grados de temperatura se convierte en la más atractiva, seguida por los vinos rosados. Hay poderosas razones para ello, aparte de las estacionales. Los blancos ya no son vinos de mesa, tan baratos como mediocres, sino creaciones con denominación de origen o indicación geográfica protegida y una elaboración precisa y rigurosa. Hoy podemos encontrar en los supermercados, tiendas especializadas o internet, blancos con una calidad entre notable y sobresaliente. No siempre son fáciles de encontrar, algunos tienen una distribución local, pero las vacaciones de verano pueden ser un buen pretexto para acercarse a comprarlos. Porque el precio no tiene competencia para la calidad que ofrecen esos blancos jóvenes, pletóricos de aromas, ligeros, sabrosos y de trago agradable y fresco.

Les doy algunos consejos de algunos vinos que no deben perderse si viajan a sus correspondientes zonas y que además son un regalo perfecto para traerse de vuelta en el coche: sus seres queridos y amigos se lo agradecerán.

Si viajan por tierras riojanas, les voy a dar dos recomendaciones. La primera, un blanco fresco cuyo nombre lo dice todo: Tentación, de Bodegas Martínez Corta. Elaborado con Garnacha Blanca, es sutil y elegante, con las notas de pera en almíbar y aromas tropicales. En boca es franco, amable, con acidez medida y muy fresca. Decididamente, una copa le tentará a repetir. Perfecto para el aperitivo y el marisco.

La segunda es un vino muy gastronómico, Izadi, de la bodega homónima, una de las bodegas más prestigiosas de la Rioja alavesa. La bodega ha recuperado con este vino las variedades blancas que antiguamente se plantaban, Viura y Malvasía, para hacer un vino ideal para acompañar buenas viandas, un vino fermentado en barrica, lo que le da más cuerpo, densidad y grasa en boca. Las notas florales y frutales en nariz se envuelven en notas ahumadas lo que lo hace ideal para arroces, pastas, carnes blancas y platos especiados.

Si viajan por Navarra no dejen de probar Legardeta, un blanco de Chardonnay, variedad que ha encontrado en la Finca de Legardeta un reducto único, con unas condiciones climáticas y de suelos perfectos para obtener tipicidad y complejidad. Aromas intensos y complejos, destacando la fruta blanca de hueso, cítricos, flores blancas. Un final mineral con recuerdos tostados y cítricos completan este vino del Grupo Chivite. Perfecto para acompañar pescado a la plancha, mariscos, carnes blancas, quesos frescos, pescados blancos, ahumados; pollo asado, lasaña, berenjenas rellenas.

Ir a Galicia y no probar sus vinos es dejar el viaje a medias. Todas las denominaciones de origen gallegas producen vinos de altísima calidad, pero entiendo que no s pueden probar todos así que nos decantaremos por la zona de O Rosal, una de las más emblemáticas de la DO Rías Baixas. Lagar de Cervera es una bodega del Grupo Rioja Alta y su vino Pazo de Seoane está elaborado con la famosa uva Albariño y otras variedades típicas pero minoritarias en la región: Loureiro, Caiño Blanco y Treixadura, lo que le otorga una complejidad de matices increíble, predominando los aromas tropicales -piña y maracuyá-, cítricos -pomelo- y de fruta de hueso como el albaricoque, sobre un fondo de flor de azahar. En boca es estructurado y envolvente, con la acidez bien presente pero bien controlada, y con una persistencia muy larga y agradable. Pescados y mariscos, el mejor maridaje.

Pero volvamos a Andalucía y, saliendo de la provincia de Granada, en donde se elaboran magníficos vinos como les he contado en reiteradas ocasiones, descubramos otras posibilidades… Como la de un buen verdejo cordobés. Es el caso de Finca La Cañada, de Bodegas Pérez Barquero, nacido y producido en las albarizas de la Sierra de Montilla. Intenso y perfumado a la nariz con tonos que recuerdan frutos tropicales: piña, mango y guayaba unidos a matices cítricos, heno fresco y pera en almibar. En boca es suave, fresco, con delicados tonos amargos y salinos. Excelente como aperitivo o con ensaladas, pescados, pollo, platos de arroz, pasta y queso.

Y de la Denominación de Origen Sierras de Málaga llega mi última recomendación de hoy: La Raspa, producido por Viñedos Verticales, una bodega enclavada cerca de la bellísima ciudad de Ronda, tierra de vinos y que rinde homenaje con su denominación a los viñedos centenarios de la Axarquía. La Raspa está elaborado con Moscatel y Doradilla, creando un vino seco, ligero y muy aromático, ideal para acompañar el típico tapeo malagueño de pescaíto frito, aunque va genial con ensaladas y arroces.

Así que ya lo sabe: aunque "usted sea de tinto", ponga su mente en blanco. El placer está garantizado.

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