Corría el año 1988 cuando Teresa Gómez, natural de Santacruz, abrió una pequeña panadería y confitería en Córdoba llamada Doyen, que poco a poco fue ganándose la confianza de sus clientes, con esfuerzo y dedicación, hasta hacerse bastante popular en la ciudad. Un negocio familiar que durante años endulzó los desayunos y las meriendas de los cordobeses y que recientemente reabrió sus puertas con un importante lavado de cara, aunque con el sabor tradicional de los dulces que han marcado la infancia de muchos adultos de hoy en día. Sabor tradicional y también estilo a la hora de llevar el negocio, basado en la convicción firme de la necesidad de mantener los pequeños comercios de barrio como algo enriquecedor para Córdoba, un aspecto que permite conservar la esencia clásica de la ciudad y de su gastronomía.

Doyen dejó paso a Essentia, la denominación bajo la que Eva Gómez, sobrina de Teresa, se ha propuesto recuperar poco a poco la cafetería familiar que tanto tirón alcanzó en Córdoba. El renovado nombre habla sin embargo de su clara intención por partir de cero pero teniendo muy presente la esencia del negocio que durante años regentó su tía con bastante éxito. Una vuelta a los orígenes para seguir ofreciendo dulces de calidad a los cordobeses. Para ello, Eva se ha puesto en las expertas manos de los reposteros de Ángel Salazar, que le sirven su producto a diario, un sabor muy reconocible para los amantes del dulce.

Pese a su reconocible toque familiar y tradicional, la cafetería Essentia es un local moderno, con una agradable decoración que lo convierte en el entorno perfecto para celebraciones como las fiestas de cumpleaños de los más pequeños, para los que Eva prepara el local con decoración específica.

Esta cafetería es, además, un sitio ideal para desayunar, pues su horario es bastante amplio. Desde las ocho de la mañana permanece abierta hasta las 15:00 y a partir de las 17:00 reabre sus puertas para servir meriendas hasta la hora de cierre. Su actual regente, Eva, señala el gusto de los cordobeses por el dulce, pero sorprende cuando se le pregunta por la predilección del cliente medio. "Los cruasanes rellenos de nata y chocolate o las ensaimadas" son el dulce más demandado, junto a un clásico de la gastronomía local como el pastel cordobés, "aunque con un toque nuevo, porque lo tenemos de frutos secos y también de jamón", asegura Eva Gómez. Eso, justamente, es Essentia, una mezcla ideal entre la innovación y la tradición en el mundo de la confitería cordobesa. Ya sea a primera hora de la mañana o durante una pausa en la tarde, Essentia es un lugar ideal para dejarse transportar por los sabores dulces de toda la vida que nos llevan a nuestra infancia.