Cuando hace tres años Cristina Ruiz y Miguel Ángel Sabio abrieron su negocio de hostelería, el Bienmesabe, no podían imaginar ni de lejos que rápidamente se iban a colocar entre los restaurantes señalados de Córdoba por una de las recetas más clásicas y tradicionales de la ciudad y la provincia, el rabo de toro. Y es que fue el año pasado, cuando esta pareja consiguió dar un salto de calidad y, principalmente, de visibilidad en su negocio. Fue gracias al concurso de cocina que organiza la Cofradía del Rabo de Toro en Córdoba y al que concurrieron unos 70 participantes. De ese certamen, el Bienmesabe obtuvo la catalogación de dos rabos de oro.

"En el concurso había dos clasificaciones, una que ordenaba un jurado y otra para las valoraciones del público", explica Cristina Ruiz, una de las dos cabezas visibles de este establecimiento. "Nuestra satisfacción es que, al margen del mesón San Basilio, fuimos los únicos en aparecer en ambas clasificaciones", asegura Cristina, que reconoce que ese galardón supuso un salto de calidad para su restaurante, "porque lo notamos bastante, por la cantidad de personas que llegaban directamente atraídas por el premio y con ganas de probar nuestro rabo de toro". El artífice de ese exquisito plato que conquistó al jurado y al público es Miguel Ángel Sabio, marido de Cristina y jefe de cocina en el Bienmesabe. Desde que recibieron el galardón, un diploma acreditativo luce orgulloso en el amplio salón de este restaurante.

"En la cocina, todo lo elaboramos nosotros", asegura Cristina, como principio irrenunciable de un negocio que ha despegado de manera progresiva desde su apertura y que no para de crecer. El secreto quizás esté en la experiencia de muchos años, en conocer al cliente y saber de sus gustos. "Nosotros llevamos toda la vida trabajando en la hostelería", cuenta Cristina, pese a que "siempre trabajamos por cuenta ajena y esta es nuestra primera experiencia con un negocio propio". Esa responsabilidad extra la asumen como "algo cansado, pero muy gratificante".

Del Bienmesabe, los clientes destacan el sabor característico de su cocina, las generosas raciones que sirve y sus ajustados precios. "Es cocina casera y bastante tradicional de Córdoba la que hacemos aquí", cuenta Cristina Ruiz, que apunta como especialidades de la casa -además del mencionado rabo de toro- "los flamenquines, la carne de venao en salsa, las patatas bravas, con nuestra salsa casera... la fuerza de nuestra cocina es que todo está hecho aquí y se nota".

Lo cierto es que a base de trabajo y tesón, Cristina Ruiz y Miguel Ángel Sabio han conseguido dar personalidad propia a un restaurante que marcha viento en popa, impulsado por un llamativo galardón pero consolidado por su trabajo serio y convincente. El rabo de toro que cocina Miguel Ángel Sabio es la excusa perfecta para conocer un lugar agradable y que sirve comida de siempre, con el sabor de siempre.