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El talismán del Colón de Oro

  • El actor uruguayo César Troncoso visita Huelva, donde tres de sus películas se llevaron el máximo premio del festival

  • Tras 14 años de carrera es un referente del cine en Iberoamérica

El último día de concurso en la 29 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva se presentó una película pequeña en producción y pretensiones. Su director, Guillermo Casanova, aseguraba que con ella intentaba mostrar que "la pobreza antes era digna, ahora que hay mucha miseria en nuestros países". Y así, casi sin pretenderlo, pero con el reconocimiento de todos, con sonrisas cómplices en la lectura del fallo del jurado, El viaje hacia el mar se llevó el Colón de Oro en 2003. Fue una de las dos películas que se hicieron aquel año en Uruguay. Y la primera en la que participó el actor César Troncoso, intérprete de teatro, no profesional, que empezó aquí una trayectoria que sobresale claramente en el cine que se ha hecho en Iberoamérica en los últimos quince años.

Troncoso no ha parado de hacer películas desde entonces. E igual que su nombre se ligó a Huelva entre aquel elenco excepcional que reunió Casanova, posteriormente se reforzó con sus participaciones en la coproducción argentina dirigida por Benjamín Ávila Infancia clandestina, ganadora del Colón de Oro en 2012, y en el thriller uruguayo Zanahoria, de Enrique Buchichio, triunfador en el Festival de Huelva dos años más tarde.

Tres películas premiadas con el máximo galardón onubense hacen de él una suerte de talismán. Aunque, como él mismo recuerda, el cine que se hace en Iberoamérica es de personas y no de tipos con superpoderes. De hecho, fue otro título, El baño del papa, hace ahora diez años, el que tiene un mayor significado para él sin que ganara la estatuilla dorada de Huelva: "Es el que me permitió vivir de esto".

Los directores César Charlone y Enrique Fernández sí se llevaron en 2007 el Colón de Plata al mejor guión. En el camino al gran premio se les cruzó el mexicano Carlos Reygadas y Luz silenciosa, ganadora en una edición por la que también pasaron la brasileña El año que mis padres se fueron de vacaciones y el director argentino Eliseo Subiela. Tampoco echaron en falta más: El baño del papa fue seleccionada para Un certain regard, en Cannes, y se llevó el premio Horizontes latinos de San Sebastián, además del Premio del Jurado en la Muestra Internacional de Cine de Sao Paulo, entre otros galardones.

"A partir de esa película me llamaron de Brasil y empecé a trabajar allí. Hay una industria muy fuerte con los estudios Globo, y también he participado en una telenovela", cuenta ahora.

César Troncoso ha estado en Huelva los dos primeros días del festival para la promoción de El pampero, una película argentina de Matías Lucchesi, que fue proyectada en la gala inaugural del viernes en la sección a concurso.

No es extraño ver al actor en filmes argentinos como éste, que en realidad es una coproducción con Uruguay y Francia. En un sector todavía en desarrollo en un país de tres millones de habitantes, algo sí ha cambiado el panorama desde ese año 2003 de El viaje hacia el mar. Ahora el cine uruguayo deja en torno a una decena de títulos cada año, algunos de ellos con recorrido internacional exitoso, pero son las alianzas externas las que al final alimentan.

"Empecé en esto sin expectativas. Estudié tres años teatro y mi aspiración era hacer luego teatro por las noches, mientras trabajaba de día en otra cosa. Me salió El viaje hacia el mar y después El baño del papa, y todo cambió entonces", cuenta Troncoso.

La película de Guillermo Casanova llevó a 90.000 personas a las salas de cine en Uruguay, algo impensable entonces. Es uno de los títulos que el público recuerda con más cariño en el país. Como también el de Charlone y Fernández que protagonizó, y que le llevó a ser uno de los rostros más habituales en el cine local. Este año se han estrenado cuatro películas con su presencia en el elenco, pero aún así, "la gente por la calle reconocería antes a Darío Grandinetti que a mí", cuenta por la enorme influencia argentina existente.

"El encuentro Uruguay-Argentina es muy natural. Las únicas diferencias son futbolísticas y del tamaño de población", que para eso el combinado charrúa fue bicampeón mundial antes que la albiceleste. "En proporción, siendo sólo tres millones, es mucho más lo que conseguimos nosotros".

Pero una evidencia es que la televisión uruguaya no cuenta con ninguna ficción propia. "Toda la que se emite se compra fuera, sobre todo la argentina", aclara.

"Ese parecido que tenemos nos viene muy bien para que podamos trabajar fuera del país, en Argentina, pero muy mal para que se desarrolle la industria uruguaya".

El sábado, también en la Casa Colón, otro actor, el argentino Grandinetti, reclamaba más apoyos de los gobiernos para el sector audiovisual. César Troncoso coincide en que es necesario el respaldo público para asegurar la producción propia, "aunque los gobiernos, incluso los de la izquierda tradicional, no tienen muy claro para qué sirven las películas o el teatro". "El cine propio te defiende y te construye. No somos un país por sentirnos país, sino por ser tres millones de personas que tienen un proyecto común, y ésta es una herramienta con la que identificarse y sentirse parte de algo".

César Troncoso es uruguayo nacido en Montevideo (1963) pero aclara que es español. Tiene la doble nacionalidad, realmente, por padres que emigraron a Uruguay desde Galicia. Su madre vive en un pueblo de Pontevedra. También su hermana y su hermano menor, que le ha acompañado estos días en Huelva tras desplazarse desde Bayona para poder estar un par de días con él. "Me siento gallego. Hay otros que se sienten criollos, pero yo soy de esos hijos de gallegos que también se sienten gallegos, aunque soy uruguayo y sigo viviendo allí", confiesa.

Su casa está en Montevideo, con su mujer y su hija, donde ejerce de "amo de casa" cuando el trabajo se espacia más de lo deseado. "Me he llevado ahora tres meses en casa y no podía más. Quiero que éste sea mi trabajo. Si trabajo sólo una vez al año, me mato", dice. Pero aquí hay Troncoso para rato. Gane ahora su cuarto Colón de Oro o no.

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