Caza al asesino. Thriller, RU-Esp-Fra-EEUU, 2015, 115 min. Dirección: Pierre Morel. Guión: Don MacPherson, Pete Travis, Sean Penn. Fotografía: Flavio Martínez. Música: Marco Beltrami. Intérpretes: Sean Penn, Javier Bardem, Idris Elba, Ray Winstone, Mark Rylance, Jasmine Trinca.  

Ya hay que hacer estómago para ver una película con Sean Penn en modo héroe de acción y con Javier Bardem escondido detrás de uno de sus habituales disfraces grotescos, los únicos que le garantizan, o eso parece, la capacidad de interpretar. Y eso que el género, el thriller de complot y persecución planetaria, es de los que, a priori, resultan atractivos.

No es el caso. Basada en la novela de Jean-Patrick Manchette, Caza al asesino recorre el Congo, Londres, Barcelona y Gibraltar, con estampas de film commission y risible corrida de toros final incluidas, intentando aunar sin éxito y con notable falta de ritmo una trama sobre las cloacas del poder corporativo, el amor, los celos y la redención en la que Pierre Morel (Venganza) se confirma como un realizador funcionarial y sin ideas, incapaz de rodar en calma y tampoco demasiado fino a la hora de coreografiar escenas de acción en dolby stereo.

El postureo autocomplaciente de Sean Penn ya se nos atraganta en papeles dramáticos normales, así no digamos ya en esta variante descafeinada del ejecutor arrepentido dispuesto a enseñar tableta, repartir estopa y lucir muecas de hombre con peso en la conciencia mientras corretea delante de sus perseguidores. Y claro, como no podía ser de otra forma, un Bardem con muy mala cara hace todo lo posible por sostenerle el pulso en el plano a golpe de histrión y método, gestos de prestigio actoral que no disimulan el carácter barato, los tópicos y la ligereza de unos materiales que pedían a gritos un aire más desenfadado, irónico e incluso caricaturesco.