Toros

Galván desoreja un toro en el mano a mano en concurso de Los Barrios

  • Mejor faena para Galván, Esquivel mejor picador, Víctor Nieto mejor lidiador y desierto el toro

corrida de toros de feria de san isidro en los barrios Ganadería: Por orden de lidia, de Gavira, Torrestrella, Santiago Domecq, El Torero, Tapatana y la Palmosilla, lógicamente desiguales, pero todos en el corte correcto de plaza de tercera, más anovillado el primero. Manejable pero sin clase el primero, a menos el segundo, ovacionado el buen tercero, noble y bueno el cuarto, manso el quinto y excelente el sexto. TOREROS: David Fandila 'El Fandi' de barquillo y oro con cabos azabache, estocada atravesada que asoma SILENCIO, estocada caidita OREJA y estocada corta OREJA David Galván de sangre de toro y oro, casi entera trasera y 15 descabellos echándose el toro por su cuenta SALUDOS TRAS DOS AVISOS, pinchazo y estocada contraria con desarme DOS OREJAS TRAS AVISO y tres pinchazos, media estocada saliendo trompicado APLAUSOS TRAS AVISO. Los dos toreros salieron a hombros. SOBRESALIENTE DE ESPADA: Juan Repullo que no intervino en la lidia. INCIDENCIAS: Media entrada en tarde agradable. Bien la cuadrilla de Galván, desmonterándose los banderilleros en su primero. Galván brindó el sexto al alcalde Jorge Romero

Mano a mano con el triunfo de Galván, que si bien empató a orejas con El Fandi, desorejó un toro, el segundo de los tres de su lote, lo que eleva al torero de San Fernando al cuadro de honor.

Un mano a mano cordial porque los toreros no tienen rivalidad ni competencia, ni uno inquieta el sitio del otro, incluso se brindaron recíprocamente un toro y aunque intervinieron en quites, ninguno fue a partirle la madre al toro del compañero.

Fue un buen intento de la empresa de darle aliciente a la corrida, intento que junto con los precios llenó la plaza en su mitad, y un festejo que tuvo interés pese a su largo metraje, saliendo los dos toreros por la puerta grande con un balance que pudo ser mayor, del lado de la balanza de Galván.

Y no lo fue porque ayer no fue una tarde afortunada para Galván, ni con los aceros ni con los engaños, con demasiados desarmes y enganchones. Lo de descabellar quince veces le pasa a todo el mundo, lo bueno es que te pase en Los Barrios y no en Madrid. Pero es increíble que la mejor serie de la tarde, naturales tersos y de muchos quilates con un toro de humilladísima embestida como la del sexto, se malograran con ese inoportuno desarme, además por partida doble. En una plaza como esta y con un ganado como el de ayer, hay que tener más acople porque el sexto era de lío, y por poco nos quita los pies del suelo. Menos mal que la sobresaliente calidad del de La Isla da para tapar semejantes trances.

Y esa fueron las armas, la calidad del isleño y el oficio del granadino. El Fandi tuvo un primero de Gavira que fue de largo al caballo pero empujó poco. En banderillas El Fandi falló y en la muleta el toro acortó el viaje y protestó sin clase. Nada.

Más clase tuvo el tercero de Santiago Domecq, que también tomó las dos varas de reglamento del concurso pero que estuvo encantado de que le metieran el capote para quitarlo del castigo. Otro de los momentos de altísimo brillo de Galván llegó en su turno de quites, capote a la espalda, de frente y cambiando el viaje al toro. Excelente. El Fandi se empleó afanoso en muchos pases y el toro lógicamente vino a menos para terminar soseando.

El último de El Fandi, de Tapatana, manseó yéndose a Toriles en varas y se rajaba en la muleta. El granadino, con oficio, el más profesional del mundo y sin apreturas, lo sujetó y fue muy ovacionado cuando hilvanó las series por los dos pitones con sus insistente franela, sacándole partido al toro.

Galván tuvo esos pasajes de calidad que chiflan a sus partidarios. El desarme al parar a su primero, de Torrestrella, fue presagiante. El toro tuvo un tercer puyazo a petición del jurado y fue dócil en banderillas. Vino muy a menos, protestando y quedándose debajo ante un insistente Galván a quien el público pedía que despenara al toro, tardando en ser complacido.

Desquite con el cuarto, de El Torero. Paró de dos largas, desarmado en la segunda, y en las verónicas se le vio poco brío al toro. En la muleta, pelea en las afueras y una pena que el toro acusara el tercer puyazo porque se mermó. Galván le dio importancia en un arrimón final y los desplantes, siendo feamente cogido en una manoletina. Dos orejas.

Con el gran sexto de La Palmosilla vino lo mejor del isleño, el toreo despacioso, prodigioso, terso y mecido por los dos pitones. Una faena a mas. Tres inoportunos desarmes afearon el conjunto con un toro humillando y un torero encajado, el cuerpo firme. Lástima que el toro tuvo la raza justa y hasta quiso irse y lástima también que la espada impidiera el que hubiera sido el triunfo de la tarde.

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