En la programación del temático Cosmopolitan TV la versión estadounidense de Masterchef es uno de los favoritos de esta parrilla orientada al público femenino. El iracundo chef Gordon Ramsay y el emprendedor Graham Elliot regresan a la cocina este martes, a partir de las 21.15, y les acompañará una mujer en el jurado. La chef y repostera Christina Tosi reemplaza a Joe Bastianich, desbordado de compromisos pofesionales. En un panorama muy masculino, y como nuestra Samanta Vallejo-Nágera, las cocineras tienen mucho que decir. Tosi, copropietaria de Momofuku Milk Bar, en Nueva York, explica para este periódico detalles de esta sexta temporada de Masterchef EEUU.

-En su caso debía de ser imprescindible ver un programa como Masterchef...

-Sí, es uno de los pocos progrmamas que sigo. No veo mucho la televisión, pero encontré Masterchef hace algún tiempo y desde el principio me encantó este programa, incluso sus versiones internacionales. Cuando te apasiona algo nunca te cansas de ello. Tras un día en el restaurante, volver a casa y ver a estos cocineros que aman tanto la comida es muy inspirador y emocionante.

-¿Conoce la versión española?

-He visto algo, me interesa mucho toda la cocina que se hace en España.

-¿Cómo le propusieron participar como jurado?

-Fue todo rápido. Estaba conduciendo cuando me llamaron "¿Conoce Masterchef?" y me empecé a reír y les contesté algo así como "pues claro, es uno de los programas más populares del mundo" y fue entonces cuando me ofrecieron ser la nueva juez en sustitución de Bastianich. Tengo que confesar que al principio no me veía en este papel, pero poco a poco me fui haciendo a la idea. Soy la primera mujer jurado en la versión norteamericana aunque en vuestro país no sea una novedad, aquí es importante. En unas pruebas de imagen en Los Ángeles y me encontré con mis compañeros.

-¿Son los reposteros unos chef de segunda para una parte de su gremio?

-No debería ser así. Tener en Masterchef a una jueza que está especializada en postres ofrece una perspectiva muy diferente de la cocina y enriquece el programa y como mínimo hace que esta edición sea diferente. Si eres el mejor cocinero de Estados Unidos tienes que ser capaz de preparar un estupendo primer plato pero también ofrecerme una deliciosa tarta de manzana, que es algo muy de aquí.

-¿Usted quería ser ingeniera?

-Casi terminé la carre porque siempre me habían apasionado las matemáticas y la ciencia en general, pero poco a poco mi trayectoria profesional cambió. La repostería realmente requiere de un sentido de la curiosidad y de la creatividad pero también hay muchos principios muy estrictos que tienen mucho que ver con la ciencia.

-¿Cómo se definiría como jurado?

-Me he criado como una mujer afable en el trato pero cuando algo no está bien hay que ser muy sincero. Al igual que creo que hay que ser comprensivos y educar también es importante no tener miedo a juzgar. Porque inevitablemente formamos parte del programa para ofrecer nuestra experiencia y feedback y un concursante solo puede crecer como profesional si le cuentas lo que ha hecho bien o mal sin maquillar tus palabras. Mi forma de juzgar no va a ser igual que la de Joe Bastianich, intentaré que mis criticas sean lo más constructivas posibles, pero hay que hacerlas.

-¿Es usted más dura juzgando cuando se refiere a postres?

-Sin duda. La pastelería es, al menos para mí, un arte muy preciso, por lo que a la hora de juzgar algún postre tengo un punto de vista muy diferente si lo comparamos con el resto de jueces. Creo que puedo aportar mis enseñanzas a los concursantes en este ámbito. Sin embargo, me veo perfectamente capaz de valorar cualquier plato.

-¿Qué cree que aporta?

-Puedo enseñar técnicas y prácticas, mi punto de vista. La creatividad y la individualidad, tener mucha capacidad de invención son claves para crecer como profesional en la cocina.

-¿Cómo es trabajar con sus compañeros de jurado?

-Si soy sincera para sus lectores: me siento un poco intimidada por trabajar con dos grandes como son Gordon Ramsay y Graham Elliot. Son dos chefs por los que siento una gran admiración. Mi intención era adaptarme bien en el equipo y creo que los tres tenemos buena química en pantalla. Tenemos muy claro nuestros respectivos roles en el jurado.

-En España tenemos una visión limitada de Ramsay, siempre enfadado en sus programas.

-Pues es Encantador y pese a que tiene una faceta muy mediática es en ciertos aspectos muy celoso de su intimidad. Nos llevamos muy bien desde el primer instante y los dos nos parecemos mucho a la hora de dirigir una cocina. Hay que tener una personalidad muy dominante y tienes que preocuparte mucho de establecer unas normas.