Sociedad

"Milagro laico" en Italia

  • Rescatan a 238 personas bajo los escombros de los pueblos destruidos por los seísmos. Los bomberos del Vaticano salvan a un niño de 3 años. El último balance eleva a 290 la cifra de muertos.

El Gobierno italiano ha calificado de "milagro laico" el rescate de 238 personas atrapadas bajo los escombros en las primeras horas tras el terremoto del pasado miércoles. "La maquinaria de los equipos de ayuda empleados en la emergencia ha funcionado a la perfección y han sido artífices de un milagro laico", declaró el ministro del Interior, Angelino Alfano, al llegar a Arquata del Tronto, donde murieron 49 de las 290 víctimas, según la última cifra provisional de fallecidos por el seísmo.

El primer ministro, Matteo Renzi, felicitó a todos los voluntarios de la Protección Civil y al resto de cuerpos que están trabajando en las tareas de rescate por su celeridad en las ayudas. Renzi reconoció que hay que llorar a 290 personas y que el número de fallecidos se teme que seguirá aumentado, pero destacó que el balance de 238 personas rescatadas con vida es "el más alto en la historia de los terremotos".

En Amatrice se han recuperado 230 cuerpos, en 11 en Accumoli y 49 en Arquato, precisó la Protección Civil. Más de 5.400 personas de diferentes cuerpos trabajan en las labores de desescombro y atención a los damnificados, entre ellos 1.000 agentes de la Policía italiana, 1.060 del Cuerpo de Bomberos, 400 militares y unos 3.000 voluntarios de diferentes otras asociaciones y organizaciones como la Cruz Roja o el Cuerpo Forestal.

Un papel imprescindible en los rescates lo han tenido las 30 unidades caninas que han sido destinadas a la zona, ya que estos perros pueden oler la presencia humana bajo los escombros. Así fue el caso de dos de los "milagros" en esta tragedia, el salvamento de las niñas Giorgia, de 4 años, y Giulia, de 11, después de que hubieran pasado varias horas desde el fuerte seísmo. Lo primero que hizo Alfano al llegar a la zona afectada fue encontrarse con los miembros de los equipos de socorro a los que se encargó salvar a Giorgia tras 17 horas bajo los escombros, y ver a Leo, el perro labrador negro que encontró a la niña.

El entrenador de Leo, colaborador de la Policía Matteo Palladinetti, explicó cómo el animal se detuvo en uno de los puntos de la casa completamente destrozada de la localidad de Arquata del Tronto y por ello se procedió a excavar durante varias horas. El agente de la Policía Liborio De Simone explicó que se comenzó a excavar con las manos a las diez de la mañana y primero se encontró el cuerpo de la hermana de Giorgia, "que por desgracia estaba muerta, pero después sentimos una respiración y un lamento y seguimos". Hasta que dieron con la pequeña Giorgia aún viva. Todo el proceso de rescate llevó nueve horas y ya hacía 17 desde que sucedió el terremoto.

Fue la última rescatada hasta que un equipo de seis bomberos que trabajan en la Santa Sede enviados a Amatrice lograron rescatar con vida a un niño de 3 años de debajo de los escombros. Los rescatadores pudieron sacar al pequeño, pero encontraron los cuerpos sin vida de los padres y la hermana de 10 años, que también estaban bajo los restos de la casa en la que habitaban. El Pontífice presidió este jueves 25 de agosto una misa en la capilla de la Casa Santa Marta en la que se rezó por las víctimas y sus familiares.

El alcalde de la devastada localidad de Amatrice, Sergio Pirozzi, por su parte, ha pedido al Gobierno italiano que se reconstruya el municipio tal y como era antes del seísmo porque no quiere que se convierta en "un gueto". Pirozzi informó de que se está localizando espacios en diferentes pueblos donde poder instalar casas de madera, del estilo de las zonas montañosas del norte de Italia como Trieste o de Suiza, para que los habitantes de Amatrice y el resto de las pedanías destruidas por el terremoto del miércoles puedan comenzar a rehacer sus vidas.

El regidor no quiere que se construyan casas permanentes, barrios externos -como ocurrió tras el sismo que destruyó la vecina L'Aquila en 2009-, "porque la gente quiere estar aquí". También anunció que en las próximas 24 horas un equipo de técnicos entre en la llamada "zona roja" para identificar las casas y su estado y cuántas pueden ser aún habitables o no, y así poder conocer las demandas de las personas . "No quiero, y es una idea que compartimos todos, un barrio gueto", subrayó Pirozzi.

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