Domingo de Ramos

Sol para el inicio soñado

  • El calor marca el arranque de la Semana Santa y deja un día magnífico con miles de personas en la calle y un ambiente espectacular. La futura carrera oficial centra las charlas en las esperas.

DOMINGO de Ramos espectacular. Todo estaba a favor y así fue en una jornada espléndida en la que el sol fue el protagonista y y la ciudad mostró su mejor cara en el inicio soñado de la Semana Santa. Calor pero con cierta brisita para amortiguar los 27 grados que se marcaron de máxima, cofrades entregados a sus hermandades o cordobeses y turistas que celebraron la llegada del buen tiempo, de la primavera que se hizo algo de rogar pero que ya ha venido para quedarse, al menos hasta el próximo domingo. Ambientazo en el Centro y el Casco Histórico se mirara por donde se mirara porque el inicio de la Semana Santa es algo que pocos se quieren perder y la jornada de ayer fue para presumir de ciudad y de sus hermandades.

Arrancó el día, por tanto, sin tener que mirar al cielo y simplemente temiendo si el termómetro iba a terminar achicharrando las ganas de procesiones. No fue así, porque el calor fue mitigado con una brisa que no dejó de correr en todo el día y hasta el paso de algunas nubes echaron una mano en momentos puntuales. La mañana fue de la Borriquita, protagonista fundamental y el inicio obligado de la celebración. Todo está por escribir aún de la Semana Santa de este año pero Nuestro Padre Jesús de los Reyes abrió el camino desde San Lorenzo en un día espléndido entre palmas y niños, muchos niños, además de familias enteras y jóvenes que siguieron fiel a la tradición de estrenar algo el Domingo de Ramos. Todos iban de punta en blanco. Y junto al Señor en la borriquita la Virgen de la Palma, una de las imágenes más luminosas de la Pasión, con permiso de la Virgen de la Alegría.

Este cortejo fue el primero en llegar a la carrera oficial y quizá fue ayer la última vez que lo hizo, pues en la mente de todos -era el tema estrella en todos los corrillos- está la posibilidad de que el próximo año la carrera oficial se traslade al entorno de la Mezquita-Catedral. Es un antiguo anhelo de las hermandades y parece que ahora está el camino más despejado, pero nunca se sabe. Por el momento Claudio Marcelo y la plaza de las Tendillas siguen siendo el epicentro de la Semana Santa y así se demostró ayer con el interminable reguero de personas en el Centro y calles adyacentes.

Sin embargo, parece que costará poco habituarse al nuevo entorno puesto que la Catedral fue el otro punto de referencia con el día de ayer y sigue ganando protagonismo. Primero por la llegada de El Amor y después con El Huerto, que regresó al primer templo de la Diócesis tras varios años sin realizar allí estación de penitencia, por lo que no dejó de haber cofrades en la Judería para disfrutas de imágenes privilegiadas. La hermandad de El Cerro fue la primera de la tarde y en dejar imágenes espectaculares. Solo la salida emocionó, sobre todo la de la Virgen de la Encarnación, llevada por costaleras que año realizan un esfuerzo ejemplar. "Venga, que nos vamos para Córdoba", se escuchó al inicio de la estación de penitencia de esta hermandad que permanece alrededor de diez horas en la calle. El paso del Cristo del Amor y la Virgen por el Puente Romano o la Puerta del Puente son, simplemente, únicas.

Con las Penas de Santiago llegó la imagen imponente del Domingo de Ramos y la más antigua de la Semana Santa cordobesa. El barrio de Santiago se volcó con su Crucificado y la Virgen de los Desamparados y la hermandad protagonizó uno de los momentos más sentidos de la jornada, cuando un miembro de la Brigada Mecanizada Guzmán el Bueno de Cerro Muriano realizó una levantá en honor del cabo Francisco Javier Soria, fallecido hace unos meses en misión de paz en Líbano. El paso iba de luto también por esta pérdida.

El Señor de Córdoba inundó de fe los alrededores de la iglesia de los Trinitarios que acogió a centenares de cofrades expectantes de ver el inicio de la estación de penitencia de El Rescatado. A los que se sumaron ayer todavía les llama la atención que en esta hermandad el paso de la Virgen de la Amargura vaya por delante que el del Señor, debido a la cantidad de penitentes que arrastra esta imagen. La cofradía, inmersa en los preparativos de su 75 aniversario fundacional -que celebrará en 2016- vivió ayer un momento muy emotivo cuando el alcalde, José Antonio Nieto, le impuso al Rescatado la insignia de oro de la ciudad a su llegada a la carrera oficial.

El Huerto hizo historia en su retorno a la Santa Iglesia Catedral y estuvo arropado en todo momento, sobre todo en los alrededores del compás de San Francisco y la calle de la Feria. El Cristo Amarrado a la Columna es una de las imágenes más singular de la Semana Santa cordobesa y, junto al Señor de la Oración del Huerto y la Virgen de la Candelaria protagonizaron ayer una estación de penitencia muy especial para los hermanos con la elegancia habitual de la Virgen de la Candelaria.

La Esperanza fue la última en salir a la calle pero no por eso se quedó sola, ni mucho menos. La expectación en esta hermandad traspasa los límites de la ciudad y es una de las más seguidas por fieles que llegan también desde la provincia. Multitudinaria fue su salida, así como su paso por la Cuesta del Bailío, la imagen por la que muchos esperan más de dos horas sentados en la escalinata. La Esperanza busca tener su Año Jubileo como este año lo disfruta la hermandad de Los Dolores. Las dos cofradías tienen una relación muy estrecha como se puso ayer de manifiesto, una vez más, al paso del Cristo de las Penas y la Esperanza por el convento de San Jacinto, donde las puertas se abren para recibirlos antes de iniciar el descenso por el Bailío. Momentos emotivos y significativos de un Domingo de Ramos espléndido que marcó un inicio espectacular de la Semana Santa.

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