Salud y Bienestar

Un fármaco podría ayudar a perder peso al eliminar la grasa corporal

  • Científicos del CNIO establecen una vía efectiva y sin efectos secundarios para reducir la obesidad. Aunque se ha demostrado sólo en animales, se pretende dar el salto a humanos.

Ante la creciente epidemia de obesidad y sobrepeso es evidente que los mensajes para controlar este importante factor de riesgo a través de los cambios de hábitos de vida no son suficientes. Por esta razón, la industria farmacéutica lleva años buscando sin éxito un fármaco que ayude a perder peso. En las pocas ocasiones en las que se ha conseguido, dicha pérdida no solo era muy pequeña sino que, además, el medicamento estaba acompañado de un buen número de efectos secundarios, algo que ha llevado a la retirada del mercado de más de un fármaco con esta indicación.

En este contexto es una buena noticia el estudio publicado en la última edición de la revista Cell Metabolism, en el que investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) describen el desarrollo de un tratamiento antiobesidad en modelos animales.

Lo han logrado con la inhibición farmacológica parcial de la enzima PI3K que, según han demostrado en ratones y monos obesos, reduce el peso corporal y las manifiestaciones fisiológicas del síndrome metabólico, en concreto la diabetes y el hígado graso, sin mostrar efectos secundarios ni toxicidad.

La razón por la que un centro especializado en cáncer investiga sobre la obesidad la explica el autor principal de la investigación y líder del Grupo de Supresión Tumoral del CNIO, Manuel Serrano: "Algunos de los genes que contribuyen al cáncer, lo hacen porque favorecen el crecimiento celular, proceso para el cual es necesario almacenar nutrientes. Este es el caso de PI3K, que es la diana sobre la que hemos actuado. PI3K fomenta el almacenamiento de nutrientes a nivel celular, y a nivel del organismo fomenta la obesidad".

El trabajo publicado es fruto de una colaboración entre el grupo de Serrano y otro del Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos. La decisión de actuar sobre la enzima PI3K vino dada por la función de esta: regular el equilibrio entre la producción de los componentes bioquímicos celulares y el gasto de nutrientes que ocurre en las células. Según explican los autores, la enzima favorece esa producción de componentes bioquímicos celulares, que se denomina anabolismo celular y que es un proceso que puede inducir al crecimiento y multiplicación de las células y, en última instancia, favorecer el desarrollo de cáncer.

Por esta razón la primera intención de los investigadores, era analizar el papel de un inhibidor experimental de la enzima, desarrollado por el propio CNIO, para el tratamiento del cáncer. Pero al estudiar sus efectos sobre el metabolismo, vino la sorpresa y el cambio en el rumbo de la investigación.

"Nos desviamos del propósito original anticanceroso, ya que vimos que una de las funciones fisiológicas normales de la enzima PI3K es fomentar el almacenamiento de nutrientes", explica la primera firmante del estudio, la investigadora Ana Ortega-Molina, que trabaja actualmente en el centro de investigación Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York.

Para probar lo que los experimentos parecían indicar, los autores administraron durante cinco meses pequeñas dosis del inhibidor, denominado CNIO-PI3Ki, a ratones obesos que, en los primeros 50 días, perdieron un 20% de su peso y estabilizaron después el obtenido, incluso manteniendo una dieta rica en grasas.

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