Salud y Bienestar

La hidratación es clave para un adecuado estado en la conducción

  • La deshidratación puede producir dolor de cabeza, cansancio y pérdida de concentración.

Con motivo de la operación de tráfico Semana Santa 2015, el European Hydration Institute, fundación que promueve la hidratación humana e investiga los efectos de la hidratación en la salud, bienestar y rendimiento físico y cognitivo informa sobre los beneficios de preparar un plan de hidratación al conducir para mantener el estado de alerta físico y mental.

En Semana Santa se concentran millones de desplazamientos en poco tiempo, y la mayoría son en coche. Una hidratación adecuada es fundamental a la hora de garantizar la seguridad de conductores y pasajeros. Mantener un balance hídrico adecuado al conducir contribuye a reducir los niveles de fatiga, ayuda a regular la temperatura corporal, mantiene el cerebro alerta y los músculos activos.

Una inadecuada hidratación puede provocar dolor de cabeza, cansancio y pérdida de concentración, entre otros. Conducir en un coche con la temperatura alta estimula la sudoración, la pérdida de agua, sales minerales y electrolitos. Las pérdidas de agua pueden ser incluso mayores cuando se utiliza el aire acondicionado en viajes largos. El professor Serra-Majem, miembro del comité Científico Asesor del EHI y Profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria recomienda: "es importante que los conductores comiencen el viaje bien hidratados y mantengan este nivel bebiendo periódicamente, aproximadamente cada dos horas, coincidiendo con los descansos o paradas".

La variedad de bebidas: "como el agua, los refrescos, el té, el café o las bebidas con soluciones de hidratos de carbono electrolitos o sales minerales y bajo ningún concepto bebidas con alcohol", explica el Profesor Serra-Majem, estimulan la ingesta y ayudan a hidratarse correctamente."Las bebidas que contienen cafeína y azúcar, cómo el café, el té o la cola, pueden ayudar a aumentar o mantener el estado de alerta", recomienda el experto. Incluso con una deshidratación media (la pérdida del 1% del peso corporal) se reduce la capacidad física y cognitiva y también la regulación térmica y la función cardiovascular se ve afectada. Con un déficit de fluidos del 2% estas capacidades disminuyen aún más y se pueden presentar dificultades en la capacidad de concentración, dolores de cabeza, irritabilidad y problemas a la hora de conciliar el sueño.

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