Salud y Bienestar

Camisetas para medir la pérdida de calorías

  • Un proyecto de investigación utiliza por primera vez prendas inteligentes para tratar a niños con sobrepeso

El Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) utiliza por primera vez camisetas que permiten medir la actividad cardíaca y pulmonar en niños con sobrepeso. Su uso mejora los resultados de los calorímetros, la opción más usada hasta la fecha.

Tan sencillo como decirle a un niño que se ponga una camiseta, medir la actividad y el rendimiento físico de pequeños afectados por obesidad se ha convertido en un juego con el Programa de Ejercicio Físico del centro de investigación en red dedicado a esta prevalente patología, que se ha apuntado a lo último en tecnología para mejorar los resultados de sus investigaciones. Lo que se consigue con estas camisetas "inteligentes" es sustituir a los antiguos calorímetros, instrumentos destinados a medir la energía que gasta un individuo, en este caso un niño.

Porque lo que la ciencia ha demostrado es que el binomio deporte y ejercicio, si bien es siempre saludable, ha de prescribirse adecuadamente y más si los afectados por obesidad son niños. "No se trata solo de desarrollar actividad física, sino de hacerlo e acuerdo con lo que nuestro cuerpo, por constitución, capacidad y resistencia física puede soportar y necesita para mantener el equilibrio", explica Empar Lurbe, investigadora del Hospital General Universitario de Valencia y coordinadora del estudio en el que se han probado estas nuevas prendas de vestir. El trabajo, consistente en probar la efectividad de las camisetas, ha supuesto la tesis doctoral del investigador Jaime Guixeres en Tecnologías orientadas a la Salud y el Bienestar y Licenciado en Ingeniería de Sistemas y Automática por la Universidad de la Universidad Politécnica de Valencia.

Las prendas, según explican los promotores de la idea, incorporan sensores en su tejido que recogen continuamente parámetros cardiacos tanto en situación de reposo como durante la práctica de ejercicio físico. Dichos parámetros son recogidos por telemonitorización pero, al contrario que con los calorímetros, no requieren del uso de cables. "La sencillez de su funcionamiento convierte esta herramienta en candidata idónea para un gran número de aplicaciones fisiopatológicas y clínicas, no solo en el campo de la obesidad, sino en otros muchos ámbitos donde el ejercicio físico es un elemento esencial", explican desde el CIBER.

Para Lurbe, directora de la tesis, los calorímetros son instrumentos de incómodo manejo para los niños y, además, requieren de cierta de disciplina, ya que los pequeños han de llevarlos puestos durante un tiempo determinado y, si esto no se cumple, se produce una "ineficacia informativa y terapéutica". "Los niños se lo quitan porque les molesta", subraya Lurbe que añade que, así, el instrumento "no facilita los datos necesarios y perdemos información esencial para poder prescribir la actividad física que contribuya realmente a una mayor adherencia al tratamiento y, en definitiva, a evitar la ganancia ponderal excesiva".

Estos datos podrían suponer un nuevo impulso para la lucha contra la obesidad infantil, un problema especialmente prevalente en España, tercer país europeo con más obesidad infantil. Por esta razón, desde el CIBERobn tienen prioridad los programas y terapias para promover hábitos de vida saludable desde edades tempranas, que incluirían tanto cambios dietéticos como promocionar la actividad física.

La aplicación de las llamadas herramientas TIC a tratamientos médicos (tecnologías de la información aplicadas a la salud) es una realidad desde hace tiempo en biomedicina y es especialmente útil en los niños.

"El binomio terapia-entretenimiento, compuesto por vídeojuegos, plataformas interactivas, realidad virtual o aumentada, son claros ejemplos de esta línea de trabajo que ahora nos lleva a diseñar esta ropa 'inteligente'", concluye la investigadora valenciana.

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