Con honores de campeona. Fátima Gálvez regresó ayer de Río de Janeiro y disfrutó de un caluroso recibimiento de sus familiares a su llegada a Córdoba. No fue el único homenaje que tuvo la tiradora cordobesa, ya que luego su Baena natal estuvo a su lado también.

Con familiares y amigos esperando en la estación de trenes de la capital, Fátima dejó atrás ya su paso por Río, donde consiguió un nuevo diploma olímpico tras quedar cuarta en foso olímpico. Aunque sus aspiraciones eran más altas, la decepción del primer momento cambió conforme pasaron los días. Tras bajarse ayer del tren, la baenense lucía una gran sonrisa mientras subía las escaleras mecánicas que la acercaban cada vez más a los suyos. Una vez arriba llegaron los abrazos y besos de todos los presentes. También de los curiosos que no quisieron perderse la cita. Era el ánimo que necesita y que la empuja a seguir luchando para nuevas metas.

Bajo una lluvia de flashes, Fátima, con su permanente sonrisa, recibió el cariño de todos. Luego fue el turno de hablar de su paso por Río. Atrás quedó esa rabia por no conquistar un metal, por lo que ya se encontraba "mucho mejor" que cuando disputó la final por el bronce con la americano Corey Cogdell. "Ya he aceptado un poco el haber perdido la medalla y admito también que es un buen puesto", comentó la tiradora baenense. Además, agregó que "es la segunda final olímpica que he hecho" y lograr otro diploma olímpico "no está mal". "Estoy muy contenta", reconoció Fátima Gálvez.

¿Y ahora qué? La baenense lo tiene muy claro. Ahora toca descansar y desconectar un poco. No obstante, "de cara al futuro lo que tengo que pensar es que he sacado cosas particularmente muy positivas de los Juegos Olímpicos". "Me va a ayudar de cara al próximo ciclo olímpico, por lo tanto todo lo que tenga que venir seguro que viene". Tokio 2020 ya entra en sus planes.

Entre fotos y fotos a la salida de la estación, Fátima apuntó que el recibimiento fue "muy emotivo, sobre todo por la gente de Baena que ha venido aquí a acompañarme". Tras unos días de desconexión, comentó que su siguiente parada será la Copa del Mundo que se disputará en octubre en Roma. Luego ya tocará "preparar la siguiente temporada". Lo que está claro es que lo hará con el ánimo renovado.

Tras marchar de la estación, Fátima puso rumbo a su Baena natal, que le rindió un merecido en la Ciudad Deportiva Juan Carlos I. Allí hubo numerosos aficionados y deportistas de la localidad baenense, nadie quiso perderse la llegada de Fátima. El cuarto puesto en Río "no es motivo para decaer, sino para seguir trabajando, levantar la cabeza y mirar hacia el futuro", comentó Gálvez a sus vecinos. "Al final esto es un deporte un poco ingrato" porque "no se premia a la mejor tiradora, sino a la que más fortuna tiene en la final", reconoció la baenense. La tiradora aseguró que le dolió "muchísimo" no conseguir esa medalla porque no sabe cuándo volverá a verse en otra final olímpica, pero se ha mostrado confiada de que todavía tiene pendientes muchas Olimpiadas, entre ellas las de 2020 en Tokio.