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La población de lince ibérico en el Guadalmellato llega ya a 11 ejemplares

  • Representantes de la Comisión Europea supervisaron la suelta de las dos hembras en Villafranca, con la que se pretende estabilizar el número de estos felinos después de las dos últimas muertes en la zona

Bajo la supervisión de representantes del Proyecto Life Lince de la Unión Europea y con una gran expectación mediática, dos linces ibéricos fueron liberados ayer en el coto El Cotillo-Navallanas entre los términos municipales de Córdoba y Villafranca. Con estas dos incorporaciones, la población total de estos felinos en el área del Guadalmellato asciende ya a 11 ejemplares, aunque el director del Proyecto Life, Miguel Ángel Simón, apuntó que "aún tenemos que revisar la población por si se ha incrementado con el nacimiento de alguna cría".

Gitana y Gomera es el nombre de las dos hembras que con apenas un año de vida ya corren por la finca perteneciente a la familia Barasona. Ambos animales pertenecen a la población de Cardeña-Andújar, de donde fueron trasladadas al centro de cuarentena de La Olivilla en Doñana para ser examinadas en busca de posibles enfermedades o lesiones. Simón explicó que aún no están preparadas para reproducirse, ya que son relativamente pequeñas, por lo que habrá que esperar hasta la próxima época de celo para obtener resultados.

La responsable técnica de los proyectos españoles de la Comisión Europea, Esther Pozo Vera, señaló que durante la liberación se le "saltaron las lágrimas por ver que todo el trabajo que se ha realizado ha valido la pena", a lo que añadió que "ha sido muy intenso". La suelta duró apenas unos segundos, ya que los animales no dudaron es correr hacia el monte y alejarse de las miradas de los asistentes en cuanto se les dio la posibilidad, algo normal en estos felinos por su carácter escurridizo y sigiloso, señalaron algunos de los expertos.

La liberación de los linces se desarrolló mediante el método duro, es decir, sin ningún tipo de aclimatación anterior en un recinto cerrado. Este sistema se utiliza desde que en el pasado IV Seminario Internacional sobre conservación del lince ibérico de noviembre los expertos decidieran continuar las pruebas de reintroducción con el método duro, abandonando de esta forma la suelta de carácter blando. Ambos ejemplares cuentan con un collar con un sistema GPS que informará a los investigadores sobre los movimientos de los animales.

Con estas dos sueltas, la población de estos felinos en el Guadalmellato supera la decena, un hecho de relevancia si se atiende a las dos últimas muertes de linces en la zona, en las que un macho fue atropellado y una hembra falleció de inanición al quedar atrapada en un cepo. En cuanto a este último caso, Simón aclaró que "a pesar de la concienciación generalizada de los habitantes de la localidad, no podemos evitar que siempre haya un desaprensivo".

En cuanto a futuras sueltas, Simón explicó que aún permanece en cuarentena en Doñana un macho llamado Gaia, que será liberado antes de la semana próxima, en cuanto los informes den el visto bueno a su introducción en el paraje natural.

Esta acción se encuentra enmarcada en el Proyecto Life Lince, Conservación y reintroducción del lince ibérico en Andalucía, que comenzó en 2006 y finalizará en dos meses. Durante este periodo, la Unión Europea ha invertido 25 millones de euros, es decir, el 40% de la cantidad total. El resto lo han aportado la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, varias organizaciones medioambientales y colectivos de la localidad.

El director del Proyecto Life señaló a El Día que aún se está debatiendo sobre las nuevas zonas de introducción del lince ibérico, entre las que destaca Hornachuelos "en un importante tercer lugar", aunque "todo dependerá de la cercanía y conexiones con otras zonas de introducción de la especie", aclaró Simón. Entre los requisitos de estas áreas, se encuentra la población de conejos, elemento principal de la dieta de estos felinos. "La proporción ideal para repoblar un espacio con linces es de un mínimo de 500 hectáreas con 3 ó 4 conejos por hectárea", apuntó Simón.

Una de las mayores causas de mortalidad de los linces es una extraña infección renal que, según el director del proyecto, "no tenemos casos en libertad; los ejemplares afectados sólo se han dado en cautividad", a lo que añadió que "la enfermedad está remitiendo, ya que los últimos afectados por la patología están falleciendo y no estamos registrando crías enfermas".

El delegado de Medio Ambiente de la Junta, Luis Rey, agradeció a los vecinos de Villafranca su colaboración, en especial a los cazadores. "El lince elimina otros depredadores de conejos como es el zorro. Además, la Junta se encarga de mantener una población estable de estos roedores a través de la implantación de madrigueras artificiales o la limpieza de los terrenos implicados", apuntó.

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