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Los parques naturales de Cardeña-Montoro y de las Sierras Subbéticas son de los espacios que contarán con unas normas de uso algo más menos estrictas de las que hay actualmente. Así lo recoge el proyecto de decreto que la Junta pretende desarrollar y que incorpora otros ochos espacios protegidos del resto de la comunidad con correcciones de mayor o menor calado, un documento al que ha tenido acceso El Día. Los cambios más notorios en la provincia cordobesa se registrarán en las Sierras Subbéticas. Las variaciones que experimentará su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales tienen que ver con la práctica de actividades deportivas. Tanto los aficionados al senderismo como los del ciclismo de montaña no estarán obligados a pedir una autorización a la Consejería de Medio Ambiente cada vez que pretendan realizar esta práctica en las zonas de reserva, los enclaves que cuentan con un mayor grado de protección.

Aparte de facilitar el desarrollo de estas prácticas deportivas tanto a senderistas como a ciclistas de montaña, los cambios que incorpora el proyecto de decreto de la Junta reportará un doble beneficio. En primer lugar, las nuevas medidas servirán indudablemente para agilizar los trámites administrativos que hasta ahora han de realizarse. Sin embargo, el fomento de la actividad económica -ecológica, por su puesto- se convertirá en la principal consecuencia que traiga consigo este nuevo decreto, ya que es más que presumible el incremento del tránsito de personas al moderarse las normas de uso. Pueden valer como ejemplo para explicar los citados beneficios económicos las numerosas empresas que se han visto obligadas a cerrar en estas comarcas en los últimos años como consecuencia de las restricciones que impone el actual reglamento que rige el funcionamiento de los parques naturales.

El proyecto de la Junta mantiene, sin embargo, que en los espacios protegidos de las Subbéticas la Consejería de Medio Ambiente siga requiriendo la autorización a aquellos que quieran practicar actividades aeronáuticas con globo aerostático, el desarrollo de turismo ecuestre o acceder con caravanas de cuatro o de más vehículos terrestres a motor, entre otras.

La moderación de las normas en el caso del Parque Natural de Cardeña-Montoro, por su parte, es algo más intrascendente desde el punto de vista económico. Según detalla el proyecto de decreto del Gobierno andaluz, se mantiene la prohibición de aplicar estiércol y purines a dosis que puedan causar daños medioambientales, episodios contaminantes o insalubridad, pero no así la importación para la aplicación de los mismos desde otras explotaciones.

Éstas no son las únicas novedades, en cualquier caso, que presenta el documento. Según publicó este medio de comunicación en la edición de ayer, "los planes urbanísticos deben supeditarse a las normas de protección de los parques naturales". El informe emitido por los servicios jurídicos de la Junta ratifica, en el apartado sobre la ordenación urbanística de los municipios comprendidos en parques naturales, "el principio de prevalencia de lo dispuesto en los instrumentos de planificación de los parques naturales sobre cualquier otro instrumento de planificación urbanística y territorial".

El informe de los servicios jurídicos advierte que se "debe expresar en términos más claros lo que se entiende por condiciones mínimas referidas a los parámetros de edificación y las características constructivas", así como debe aclararse "qué cabe considerar como parámetros o características menos restrictivas". Sobre que algunos proyectos o actuaciones urbanísticas puedan excepcionarse, el gabinete jurídico avala que el informe de autorización ambiental permite la salvaguarda de los valores medioambientales.