Provincia

La defensa del dueño de la vaqueriza expone que el decreto sobre su cierre no es firme

  • Un vecino se encierra cada día en la Delegación de Medio Ambiente para exigir su clausura

La representación legal del dueño de la vaqueriza de Fuente Palmera, que ha provocado que un hombre asista cada mañana a la Delegación de Medio Ambiente para exigir su cierre, resaltó ayer que la decisión sobre el cese de la actividad ganadera en esta instalación no es firme.

Francisco Adame inició el pasado lunes una protesta consistente en permanecer durante horario de apertura en la Delegación de Medio Ambiente para pedir que se cierre la vaqueriza, con 118 cabezas de ganado, que se encuentra a escasos dos metros de su vivienda.

La abogada del dueño de la vaqueriza, María del Carmen Pérez, ha asegurado a Efe que la vaqueriza inició su actividad en 1975, unos 15 años antes de que el vecino que mantiene la protesta, Francisco Adame, construyera su vivienda allí.

Además, Pérez ha indicado que la licencia de la vaqueriza está siendo debate procesal en un procedimiento que se sigue en un juzgado de lo Contencioso Administrativo de la capital y también ha recalcado que la vivienda de Adame se construyó en suelo no urbanizable y que obtuvo licencia durante el mandato del ex alcalde de Fuente Palmera, Antonio Guisado (PSOE).

En cualquier caso, la letrada ha precisado que los últimos decretos sobre el cierre de la vaqueriza que provienen de la Delegación de Medio Ambiente y del Ayuntamiento de esta localidad de la comarca de la Vega del Guadalquivir no son firmes. Por tanto, la actividad ganadera de este emplazamiento se mantendrá, en tanto continúa el pleito en uno de los juzgados de los Contencioso Administrativo de Córdoba.

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