Provincia

Robles y Alcubilla muestran ya en el etiquetado la emisión de gases de sus vinos y aceites

  • El consumidor podrá conocer así que en esos alimentos se ha tenido en cuenta la metodología para reducir el cambio climático

Dos empresas punteras del sector ecológico en la provincia de Córdoba -Bodegas Robles de Montilla y Alcubilla 2000 de Castro del Río- ha puesto en marcha una iniciativa con la que quieren llamar la atención sobre el cambio climático y dar cuenta de su compromiso a los consumidores. Así, las dos firmas exponen ya en las etiquetas de sus productos el volumen de emisión de gases que se han generado en la elaboración de sus vinos y aceites ecológicos.

En un escrito conjunto, las dos compañías cordobesas señalan que "con la información que aparece en la etiqueta, el consumidor podrá obtener de primera mano la información necesaria para comprobar que dichos alimentos, además de elaborarse con prácticas respetuosas con el medio ambiente (certificados como ecológicos), se ha tenido en cuenta la metodología para reducir de forma continua las emisiones de CO2 a la atmósfera y por tanto contribuir con ello a mitigar el cambio climático". Así, estas empresas adquieren un compromiso público, certificado ante la sociedad por una entidad independiente, de reducir las emisiones de gases efecto invernadero asociadas al producto que el consumidor está adquiriendo.

Esto ha sido posible gracias a una iniciativa pionera en España y en Europa, que cuenta con el respaldo de la Junta de Andalucía a través de la Dirección General de Calidad e Industrias agroalimentarias de la Consejería de Agricultura. Para los responsables de ambas firmas -Juan Manuel Luque y Francisco Robles- "ha supuesto un gran reto y al mismo tiempo una gran oportunidad el identificar, valorar y actuar en todo el proceso productivo de los vinos y aceites de oliva virgen que producen, dando así un valor añadido y diferenciador con respecto a los productos de su competencia".

La Asociación de Empresarios Productores Ecológicos de Andalucía (EPEA) también ha jugado un papel importante en este proyecto, con el que mide y verifica la llamada huella de carbono de los productos agroalimentarios, es decir, el total de las emisiones de gases efecto invernadero generadas a lo largo del ciclo de vida del producto, desde la adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo. La herramienta se ha implementado ya en tres productos pilotos elegidos: el aceite de oliva virgen extra, el vino Pedro Ximénez y los tomates cherry.

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