La Consejería de Medio Ambiente ha puesto en marcha el Plan de Gestión y Reintroducción del Corzo en Andalucía con el objetivo de consolidar e incrementar el área de distribución de la especie en la comunidad autónoma. El desarrollo de esta estrategia ha venido propiciada, entre otros aspectos, por el creciente interés cinegético que suscita el corzo, un ungulado que aparece catalogado como especie vulnerable en el Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía y cuyas poblaciones cuentan en esta región con un carácter de ecotipo único. Este proyecto se coordinará desde Córdoba, donde los responsables del programa trabajan ya para intentar repoblar con esta especie la Sierra Morena cordobesa.

El jefe de servicio de Gestión del Medio Natural de la Delegación de Medio Ambiente, Rafael Arenas, comentó a El Día que en suelo cordobés quedan ya muy poco ejemplares de este animal, con pequeñas colonias en la Sierra de Santa Eufemia y en el Parque Natural de Cardeña-Montoro "y que no son aprovechables desde el punto de vista cinegético". Arenas comentó que ya existen algunas experiencias en la zona de Hornachuelos para la reintroducción del corzo con diferentes resultados. En este sentido, el jefe de servicio de Gestión del Medio Natural insistió en que "los acuerdos con los propietarios son claves" para el éxito de este tipo de iniciativas". Rafael Arenas apuntó que el corzo desapareció de Sierra Morena a principios de los años 60 del siglo pasado y reseñó que se trata "de una especie muy sensible, que necesita mucha agua" en su entorno.

Este hecho se ha debido fundamentalmente a dos factores: la desaparición de los hábitats y de los requerimientos básicos que posibilitan la vida de esta especie; y el crecimiento de las poblaciones de ciervo y de cochino silvestre (estas últimas pueden predar sobre las crías de corzo), así como la introducción de otros ungulados silvestres y domésticos que también compiten con ventaja frente al corzo.

El plan puesto en marcha por la Junta de Andalucía se desarrollará durante los próximos tres años a fin de permitir el refuerzo de las poblaciones andaluzas de corzo en los dos núcleos actualmente existentes, los cuales se encuentran separados por el río Guadalquivir y presentan niveles bajos de abundancia. El más amenazado de ambos núcleos se localiza en Sierra Morena, en la confluencia de las provincias de Ciudad Real, Córdoba y Jaén. El otro, relativamente mejor conservado, se ubica en las sierras de Cádiz-Málaga. Por otra parte, la iniciativa de la Consejería de Medio Ambiente también prevé la reintroducción de la especie en otras áreas andaluzas idóneas donde el corzo se considera extinguido desde tiempos recientes.

En 2004, la Consejería de Medio Ambiente puso en marcha un Centro de Cría y Conservación del Corzo Andaluz, aprovechando la existencia de un cercado de corzos gestionado por la Administración ambiental en el enclave de El Picacho (Cádiz). Este centro se creó como estación de referencia y con los objetivos fundamentales de coordinar la conservación, cría y repoblación de la especie.