Antonio Cebrián, de 77 años, la única víctima mortal de la explosión en el bloque de pisos del Paseo de La Herradura de Pozoblanco ya ha sido identificado. Su cuerpo, totalmente carbonizado, fue entregado a la familia, que a última hora de la tarde del martes presidió su funeral en la parroquia de Santa Catalina de Pozoblanco. Posteriormente, fue enterrado en el cementerio local de la ciudad, según han confirmado fuentes familiares.

De momento, la Guardia Civil prosigue con las labores de investigación. Hasta el lugar del deceso se trasladó un equipo especial del instituto armado dedicado a la investigación de siniestros de este tipo con sede en Sevilla. Este equipo está elaborando otro informe sobre las posibles causas que provocaron tan terrible explosión. Este informe será trasladado a la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Pozoblanco que se ha hecho cargo del caso.

De momento, la hipótesis se mantiene en que la explosión fue provocada por el fallecido. La investigación sospecha que la deflagración se produjo tras manipular una bombona de gas, aunque de momento no hay nada confirmado y se mantienen todas las hipótesis abiertas. Los vecinos insisten en que el fallecido acumuló en los últimos días varias bombonas de butano, de camping gas e incluso barriles de gasolina. Algunos de ellos han asegurado que habían advertido este hecho y que habían mostrado su preocupación, pero sin embargo han reconocido que nadie lo denunció. Además, los vecinos señalan que el hombre sufría una enfermedad y que recientemente había estrado en "tratamiento psiquiátrico".