Provincia

El martilleo de la herencia

  • El PP, principal grupo de la oposición en el Palacio de la Merced, acusa al cogobierno de paralizar la gestión desde la añoranza del anterior mandato

Cualquier tiempo pasado fue mucho mejor. Al menos, así debe pensarlo el portavoz del grupo del PP en la Diputación de Córdoba, Andrés Lorite, quien parece inspirar su ideario en el sentimiento de la popular copla de Jorge Manrique o, al menos, así se vislumbra en la mayoría de sus comparecencias públicas. Los populares gobernaron en el Palacio de la Merced en el anterior mandato; y esos cuatro años, para el principal grupo de la oposición, han quedado en su imaginario como un tiempo ideal con el que comparar todos y cada uno de los pasos que da el cogobierno.

El verano pasado, cuando PSOE e IU apenas llevaban unos meses de rodaje, Lorite se llevó un despertador a una rueda de prensa para advertirle al cogobierno de que el tiempo de relax ya había terminado. Y esta crítica por la parálisis que, según los populares, reina en el Palacio de la Merced ha sido muy recurrente a lo largo de este primer año. La última vez hace sólo unos días, cuando Lorite y el portavoz adjunto de su grupo, José María Estepa, comparecían juntos para criticar, una vez más, que Antonio Ruiz y su equipo de gobierno siguen viviendo, según martillean, de la herencia recibida.

Han sido sonoros los desencuentros entre el PP y el cogobierno, sobre todo ante decisiones que precisamente ponían en duda esta herencia. El primer rifirrafe se produjo al inicio del mandato, ante la decisión del Consorcio Provincial de Desarrollo Económico de no celebrar todo el calendario de ferias comerciales que el PP había dejado comprometido. También ha habido desencuentros respecto a la idoneidad o no de incluir a Córdoba capital en los programas de obras e inversiones en los municipios, pues con el PP en la casa palacio se extendió esta tendencia. En el nuevo mandato, el cogobierno no ha marcado una directriz clara, de manera que hay programas en los que la capital sí ha sido incluida y otros en los que no.

Con todo, no se puede decir que la nueva corporación haya dado la espalda a la ciudad en favor de los municipios más pequeños, como apuntaban temerosos los populares al inicio del mandato. Y prueba de ello es el mantenimiento de la inversión comprometida por el PP para las obras del centro de convenciones del Parque Joyero, un proyecto casi personal del anterior alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, que logró el respaldo de la mayoría de las instituciones en la anterior etapa política.

Pese a las críticas y a las evidentes desavenencias en proposiciones de carácter más político, el PP ha arrimado el hombro en los momentos clave y este entendimiento llevó, por ejemplo, al apoyo de los presupuestos, lo que en un principio parecía imposible. Un ejemplo de que si la oposición es constructiva salen ganando todos los municipios.

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