puerto del calatraveño

¿Son útiles las mancomunidades?

  • La salida de Pozoblanco de la Mancomunidad de Los Pedroches debe abrir una profunda reflexión sobre el sentido de estos entes supramunicipales, ahora en el punto de mira

LA anunciada salida del Ayuntamiento de Pozoblanco de la Mancomunidad de Los Pedroches, que se materializará el próximo mes de octubre tras aprobarlo el Pleno el pasado lunes con los únicos votos a favor del cogobierno (En Positivo y el PP), debe servir para abrir una profunda reflexión sobre el sentido de estos entes supramunicipales. Tal y como ocurrió hace unos meses con las diputaciones, la atención se centra ahora en estas entidades, a las que los ayuntamientos se adhieren de manera voluntaria para afrontar servicios que, de manera aislada, no podrían asumir. Pero como el alcalde pozoalbense, Emiliano Pozuelo (En Positivo), lleva advirtiendo desde que accedió el cargo tras las últimas elecciones municipales, la teoría no siempre coincide con la práctica.

Convertidas en ocasiones en enormes mecanismos burocráticos, en la práctica sus competencias, difusas, se solapan con las de otras administraciones y sus elevados costes de funcionamiento han llevado a que, en los años de estrecheces económicas, su objetivo no haya sido otro que sobrevivir, con presupuestos que a duras penas han servido para pagar sus engranajes y a sus trabajadores. Es éste el razonamiento principal esgrimido por Pozuelo para justificar la baja de Pozoblanco de la Mancomunidad, una marcha que como ya han advertido los municipios más pequeños de la zona pone en riesgo la existencia de la misma entidad al ser el Ayuntamiento pozoalbense el que aporta una mayor cuota al presupuesto común.

La salida de Pozoblanco ha provocado un hondo malestar en la comarca, aunque también -y es lo importante- ha servido para abrir una profunda reflexión sobre el sentido de estas administraciones, pues al fin y al cabo no debe olvidarse que funcionan con dinero público. Y en esto, aunque sea por una vez, parece que sí ha habido unanimidad: las mancomunidades -al menos la de la comarca de Los Pedroches- necesita ser repensada para volver a aproximarse al territorio, estar a pie de calle con la gente como ahora dice la nueva política y, ante todo, trabajar por el desarrollo de la comarca. No es igual la fuerza que puede hacer un municipio del tamaño de El Guijo, por poner un ejemplo, para reivindicar el arreglo de una carretera que la presión que ejercen los 17 ayuntamientos mancomunados.

Profundizando en el caso de Los Pedroches, y aunque el cogobierno pozoalbense no haya entrado en este debate, no ha de obviarse la lucha política que subyace en esta decisión como confrontación con el PSOE, partido al que pertenece el presidente de la mancomunidad, Juan Díaz, alcalde de El Viso -el mismo Díaz ocupa además los cargos de senador y presidente de la Asociación Adroches-Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Los Pedroches-. Alcaldes socialistas, de hecho, presiden en la actualidad todas las mancomunidades de la provincia -Campiña Sur, Guadajoz, Subbética, Alto Guadiato, Vega del Guadalquivir y Alto Guadalquivir-, por lo que no sería descabellado asistir en los próximos meses a una salida de municipios gobernados por otros partidos, como ha sido el caso de Pozoblanco.

"La Mancomunidad es un engendro político que no lleva a ningún sitio", advertía Pozuelo en diciembre en una entrevista a el Día, en la que ya se quejaba de que no era "capaz" de enumerar "ni una sola actuación" que hubiera puesto en marcha el ente supramunicipal que hubiera tenido una repercusión directa no ya en un vecino de Pozoblanco, sino de cualquier otro municipio de la comarca, desde Fuente la Lancha hasta Belalcázar. Debería ser una reflexión que tendrían que hacerse, con frialdad, todos los alcaldes de la provincia y todos los presidentes de mancomunidad, independientemente de su color político, para que estas administraciones ocupen al fin el papel vertebrador de las comarcas que por definición les corresponde.

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