Provincia

Viaje de cine a la vida retro

  • La localidad acoje el rodaje de la película 'Re-emigrantes, adiós Madrid que te quedas sin gente', film de Óscar Parras, con Fernando Esteso

"¡Silencio, por favor! ¡Venga dale, sonido, cámara rueda, actores acción!". Con esas palabras comienza a rodar el director de la película Re-emigrantes, adiós Madrid que te quedas sin gente, Óscar Parras, en el centro de Palma del Río -en la calle Cardenal Portocarrero-. La localidad se ha convertido desde el pasado 23 de agosto en un decorado para esta comedia protagonizada por el actor Fernando Esteso; con guión elaborado por el propio director junto a Gema G. Regal y Mario Barvo. Ese guión que narra la historia ficticia de la familia Briones, cuyos componentes deciden regresar a su pueblo de origen, después de sufrir una mala racha en la que son desahuciados de su humilde vivienda en Madrid. Ese lugar es Villanueva de los Molinos, una arcadia rural manchega llena de manantiales de miel y donde estos pintorescos protagonistas tienen un palacio. Ya en este municipio, Santiago, el cabeza de familia -interpretado por Esteso-, con sus hijos Damián -José Agustín Durán-, Antoñito -Zack Molina-, Pólar -Álvaro Palomo- y Rosendo -Víctor Octoavio-, intentan adaptarse a su nuevo contexto para lo que realizan diferentes trabajos relacionados con la agricultura hasta encargarse del cuidado de la madre del alcalde.

Este film en clave de humor pretende reflejar a lo largo de la trama que "en los pueblos la vida es igual de complicada que en la ciudad, porque nos conocemos todos para bien o para mal", apunta Parras. El director de largometrajes como La espina de Dios ha elegido esta ciudad cordobesa situada en pleno Valle del Guadalquivir como plató de cine gracias a la luminosidad de la localidad y la logística, algo que repercutirá en este relato a la hora de aportarle "luz y vida", dice. Los primeros días de rodaje han sido en algunos casos maratonianos. La puesta en marcha tuvo lugar el último día de la Real Feria, y en el paseo Alfonso XIII comenzó a tomar forma parte de los tres bloques que componen la estructura narrativa del proyecto. Más tarde, la piscina municipal se convirtió en un simulado pantano donde transcurre una de las escenas. Para ello, se instaló un croma -o pantalla de color verde- que posteriormente permitirá recrear dicho enclave mediante el montaje y uso de las nuevas tecnologías. Y el centro histórico de la ciudad tampoco ha pasado desapercibido para las cámaras. En el arco de la puerta del Sol, la calle Cardenal Portocarrero o la Plaza Mayor de Andalucía se han filmado diferentes secuencias.

En una de ellas se ha recreado el juegos del escondecorreas, típico en zonas de Castilla la Mancha, "en el que uno esconde una correa hasta que la encuentra y se pone a dar correazos", explicó Parras en uno de los recesos del rodaje. Pese a contar con una humilde logística -no se trata de una producción de presupuesto desorbitado-, los detalles que el director cuida y repasa con sus actores son muchos, como la supervisión de los diálogos antes de cada toma. Durante estos días, llama la atención encontrarse con unos intérpretes cuyos ropajes marcan la diferencia por su choque de tonalidades no muy discretas. "Son personajes que, efectivamente, he buscado para una comedia con mucha luz y el colorido es llamativo", reconoce el director.

Pero no todo el reparto está conformado por nombres ajenos a la localidad. Algunos vecinos también protagonizan apariciones. Este es el caso del camarero Juan Uceda, Cristóbal Bajo en su papel de sacerdote; o María Roldán, como madre de la primera autoridad política de esta arcadia rural, un alcalde que encarna el actor palmeño Jesús Carrillo. Mientras transcurren estas tres semanas cargadas de contenido cinematográfico, por las calles ya pasea Fernando Esteso, una presencia que supone "un lujo para todo el equipo, ya que es un mito del cine español", destaca Parras.

Palma del Río aparte de ser referencia en el mundo de las artes escénicas por la consolidada Feria de Teatro en el Sur, también ha servido en otras ocasiones como escenario de superproducciones de Hollywood. En febrero de 2004, el director Ridley Scott desplegó todos sus medios técnicos para grabar El reino de los cielos, un largometraje protagonizado por Eva Green, Liam Neeson y Orlando Bloom, entre otros. El secretismo envolvió entonces las zonas de rodaje. Calles cortadas para mantener el silencio necesario contrastaban con el trasiego de camiones cargados con atrezzo. Más de 200 personas trabajaron directamente en esta historia que recreaba lugares como Tierra Santa. Para ello se usó el palacio y la muralla almohade. Y es que el ADN palmeño lleva impresa esa identidad de teatro y cultura que año tras año se transmiten en la muestra de arte dramático, pero no sólo queda ahí sino que las condiciones de este enclave entre dos ríos permiten a los directores elegirlo como uno de los mejores decorados.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios