La Consejería de Cultura ha iniciado los trámites para la realización de un informe técnico que determine el estado de conservación del Castillo de Belalcázar y establezca las posibilidades que existen para su restauración y mantenimiento. Así lo explicó ayer el delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, tras su visita al municipio para reunirse con el alcalde, Francisco Luis Fernández (PSOE), a quien trasladó "el interés y la sensibilidad" del Gobierno andaluz por la conservación del patrimonio histórico-artístico de la provincia de Córdoba y su "importancia como activo para el desarrollo económico y turístico de la zona".

La visita tiene lugar después de que hace unos días un grupo de vecinos activara una recogida de firmas en la plataforma Change.org para exigir a la Junta una actuación de urgencia ante el peligro de derrumbe que presenta el edificio. Ayer por la tarde, la solicitud acumulaba 4.526 rúbricas.

Acompañado del arquitecto y arqueólogo de la Delegación, Francisco Alcalde anunció que los técnicos de la Consejería de Cultura van a elaborar un estudio sobre la situación actual del Castillo Gahete, una construcción declarada Bien de Interés Cultural (BIC), propiedad de la Junta de Andalucía, que data de la segunda mitad del siglo XV y que fue inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en 2009.

En palabras del delegado, este informe técnico servirá para conocer con detalle cómo se encuentra este enclave patrimonial, "un símbolo histórico-artístico del Norte de la provincia y un referente cultural y turístico para los habitantes de este municipio y de toda la comarca de Los Pedroches". En una de sus primeras visitas oficiales como delegado territorial, Alcalde destacó "el carácter prioritario que tiene para la Junta de Andalucía la protección del patrimonio, de ahí la urgencia de esta visita a Belalcázar, que a la vez supone una muestra de la lealtad entre administraciones".

El alcalde belalcazareño, por su parte, agradeció la visita al delegado y expresó su "satisfacción" por el interés que Francisco Alcalde mostró por el castillo, así como la disposición del Ayuntamiento a colaborar en "cuanto sea necesario para preservar el edificio".

En enero de 2008, la Administración autonómica compró a sus propietarios las seis fincas que conforman la antigua fortaleza medieval por un valor total de 1.894.000 euros. La fortaleza constituye un referente de la arquitectura defensiva del siglo XV en la Península Ibérica; responde a la tipología clásica de estas edificaciones de la Baja Edad Media castellana, de planta generalmente regular y donde de destaca una gran torre, que, con una altura de 47 metros, se considera la más alta de España y constituye un hito en el paisaje.