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Parto repentino en el arcén

  • Antonia Ocaña da a luz a su segundo hijo en su coche en plena autovía A-4 con ayuda de sus hermanas cuando iba camino del Reina Sofía

Aunque ocurrió el pasado viernes, la cara de Francisco Madueño todavía reflejaba ayer la angustia y la estupefacción que sintió cuando vio cómo su esposa, Antonia Ocaña, daba a luz a su primer hijo varón en el interior de su coche a la altura de la estación de los Cansinos. A falta de 20 kilómetros para llegar al Hospital Universitario Reina Sofía, el padre tuvo que detener su vehículo en el arcén de la autovía A-4, cuando apenas faltaban veinte kilómetros para alcanzar el Hospital Reina Sofía de Córdoba. El vídeo de felicidad grabado por el progenitor instantes después del alumbramiento alabando la fortaleza de su mujer se hizo ayer viral en el ciberespacio.

El niño, que se llama como su padre, se hizo esperar. La madre estaba cumplida desde hacía una semana e incluso hacía una hora que los facultativos del Materno-Infantil le habían dicho que regresase a su domicilio, pues según los facultativos no había indicios de parto. Es más, la noche de antes, según relatan, con los mismos síntomas y los mismos resultados, la familia había estado dando unos paseos por los alrededores del hospital por si el pequeño Francisco decidía venir al mundo. Pero se hizo esperar unas horas más.

Las dos hermanas de Toñi, Ángeles y Yolanda, que los acompañaban en este último viaje, hicieron de improvisadas parteras atendidas por teléfono por los equipos del 061 que, según los padres, llegaron de forma rápida para atender a madre e hijo. Ya en las urgencias hospitalarias, fueron recibidos "por un espectáculo de médicos y enfermeros", comentaba ayer la madre, de vuelta ya a su domicilio. Las hermanas -explicaron- realizaron todas las labores pertinentes para asistir a su hermana en el alumbramiento. Limpiaron la boca y orificios nasales del bebé y procediendo a la reanimación del pequeño que, en un primer momento, no reaccionó de la forma debida. "Incluso no nos atrevimos a pinzar el cordón umbilical porque no nos lo decían por teléfono", recordaba ayer, todavía con nerviosismo, una de las improvisadas matronas.

Madre e hijo se encuentran en perfecto estado y ya descansan de esta aventura en su domicilio de Montoro. Una vez pasado el susto, se encuentran ahora sorprendidos y abrumados por la expectación y el efecto mediático que este parto ha provocado: "El móvil no deja de sonar", comenta Ángeles con incredulidad.

La familia Madueño Ocaña ya tienen una niña de 10 años, Sheila. Entre los dos nacimientos, la madre, Toñi, sufrió tres abortos, por lo que la accidentada venida al mundo de Antonio fue recibida con gran alegría por toda la alegría. Aunque no faltó la crítica. Según el padre, la mujer "debería de haber estado un poco más atendida teniendo en cuenta que llevaba una semana fuera de cuentas". Madueño se mostró "muy agradecido" por las atenciones recibidas en el Hospital Universitario Reina Sofía durante estos días, aunque se mostró disconforme "con la actuación de los facultativos que atendieron a mi mujer en las horas previas al parto", pues no fueron capaces de vislumbrar la llegada de su hijo pese a que ya era inminente.

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