Provincia

El Consistorio destina 500.000 euros a la reforma de la plaza del Charco

  • La actuación prevista incluye la reposición del firme, el refuerzo del alumbrado y una mejor accesibilidad

La plaza del Charco cambiará su fisonomía en poco tiempo. El Ayuntamiento de Montoro acaba de aprobar una inversión de 500.000 euros con cargo al Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) para la mejora de accesibilidad de esta plaza. El proyecto incluye la eliminación de acerados y la renovación de todas las instalaciones, así como la reposición del firme, el refuerzo del alumbrado y la instalación de balizas señalizadoras.

Ya en tiempos de bonanza económica, la Oficina Técnica de Rehabilitación del Consistorio montoreño convocó un concurso de ideas para la remodelación de este entorno y del eje comprendido hasta la plaza de España, incluida la calle Corredera. Pero la llegada de la crisis hizo que el proyecto se postergara. Todo apunta a que, en poco tiempo, la reforma de este nudo de vías será pronto realidad.

A esta obra se une la rehabilitación de la fachada de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, el edificio más monumental ubicado en el entorno. Tras una sucesión de desplomes de trozos de piedra molinaza, el Obispado acomete una intervención de urgencia en este inmueble que data del siglo XVII.

Actualmente, el Charco -que debe su nombre al estancamiento del agua de lluvia por el mal drenaje- es el centro neurálgico de toda actividad en el municipio montoreño y se considera el punto de unión entre el barrio antiguo y las zonas modernas. A partir de este punto, las empinadas cuestas de la trama urbana se hacen más llanas, las calles estrechas se ensanchan y las casas de una planta cambian a los bloques de pisos. La remodelación, además, será esencial para la Semana Santa, pues este nudo es paso obligado para la gran mayoría de hermandades y cofradías de la localidad.

Grandes casas con fachadas de piedra molinaza describen la capacidad económica de sus moradores en el siglo XIX. Pero también se encuentran en esta plaza dos edificios -uno frente al otro- que albergan los clubes de socios con más idiosincracia del municipio, el Círculo Primitivo y el Club Recreativo-Cultural Montoreño. En el primero, los monjes del extinto monasterio de carmelitas, anexo a la iglesia, realizaban su vida monacal y en su patio se rodaron algunas de las escenas de la película La mula. Parada oficial de los taxistas, al Charco también se asoma la antigua iglesia de San Jacinto, actual museo del pintor Antonio Rodríguez Luna.

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