POZOBLANCO no es un lugar fácil para la política local. Cierto que los presupuestos de los ayuntamientos son igual de ajustados en todos los municipios y que sanear una calle, construir una rotonda o urbanizar un polígono pueden convertirse en proyectos difíciles de salvar en multitud de localidades. Ya sea en Montilla, donde el equipo de gobierno ha estado a punto de agotar el mandato sin encontrar el apoyo para eliminar unos semáforos de la avenida de acceso al casco urbano, o en Belmez, por poner otro ejemplo, donde el polígono tecnológico lechero supera ya unos cuantos mandatos sin ver un solo animal.

Pero la vida política pozoalbense va más allá de la mera confrontación de ideas y proyectos: los primeros obstáculos que han de salvar los partidos no vienen de fuera, sino de dentro. Lo sufre estas semanas el PP, formación poco dada a la confrontación interna que vive una excepción en la ciudad de Los Pedroches. La designación de la persona capaz de liderar la candidatura para las próximas elecciones municipales registra todas las dificultades inimaginables.

En los últimos comicios, el PP fue el partido más votado y su presidente y candidato, Baldomero García, llegó a ser nombrado regidor hasta que la unión entre Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDeI) y el PSOE le arrebató el cargo. Hace una semanas, García desveló su intención de no concurrir de nuevo tras ocho años en la primera línea de la política y al dar por terminada su "aventura".

Su relevo no está siendo nada fácil. El PP local retó al provincial al designar la semana pasada al edil Ventura Redondo, quien renunció el miércoles a tal empresa al vivir en primera persona las numerosas trabas para cerrar una lista de afines. A través del servicio de mensajería móvil WhatsApp, el concejal hizo pública su renuncia y anunció su retirada de la política local. Así de tajante. "Lamento mucho la frustración que tendréis algunos, pero acontecimientos en días pasados y motivos personales me han hecho tomar esta decisión", anunció el candidato, que ni siquiera ha dado tiempo a que se produzca una proclamación oficial.

La designación del candidato del PP a las municipales se complica pues en Pozoblanco, y el partido vive una contrarreloj en busca de un nuevo nombre antes del lunes, cuando han de presentarse las listas en las juntas electorales. El vicepresidente primero de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, es la persona en quien José Antonio Nieto ha confiado la elaboración de las listas del PP. Ayer viajó de nuevo a Los Pedroches en busca de un candidato que se les resiste y que está convirtiendo este viaje hacia el 24 de mayo en una odisea. Una epopeya. Una desventura.

Visto lo visto en las últimas semanas -y en los últimos años- y si se creyera en la fuerza de los astros, no habría duda en afirmar que Pozoblanco parece un municipio gafado para la cosa pública. La mayoría de las listas que concurrirán a las elecciones son el resultado de complejos procesos de designación, rupturas y escisiones. Empezando por la del PSOE, que encabezará Auxiliadora Pozuelo. El actual alcalde, el socialista Pablo Carrillo, será de los pocos regidores que no repita. La pérdida de confianza de la cúpula provincial tras un difícil mandato en minoría fue la clave para forzar una renuncia de Carrillo, que dejó también el cargo de secretario local. Los socialistas se vieron obligados a poner el partido en manos de una gestora, que finalmente designó secretario local a Francisco Ranchal.

La trayectoria de Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDeI) difícilmente puede resumirse en unas líneas. El partido, liderado por el exalcalde socialista Benito García de Torres, concurre por segunda vez a unas municipales esperanzado en repetir el respaldo ciudadano que obtuvo en 2011, cuando fue la segunda formación más votada.

No se presentará este año, en cambio, el PA, cuyo portavoz durante varios mandatos, Emiliano Pozuelo, lidera la agrupación de electores Pozoblanco en Positivo. La nueva fuerza de independientes llega con fuerza al panorama electoral vallesano, pues superó con creces los 500 avales que la ley electoral requiere para concurrir a unos comicios. La última formación en discordia es IU. Sin embargo, los pozoalbenses que se decanten por esta papeleta tendrán que buscar bien en los colegios electorales, pues en las papeletas no aparecerán las clásicas siglas, sino que concurrirán bajo la nómina de Cambiemos Pozoblanco, para terminar de rizar el rizo.