Provincia

El regreso a San Sebastián

  • La hermandad del Nazareno vuelve a su capilla 90 días después del incendio que dañó a la Piedad

Un mes y medio después del incendio en la capilla del hospital de San Sebastián que calcinó la Virgen de la Piedad, las tallas de Jesús Nazareno y San Juan Evangelista retornaron ayer a su habitual lugar de culto. En las últimas semanas, la capilla ha sido limpiada, si bien queda trabajo por hacer, ya que aún debe restaurarse la hornacina y el retablo inferior donde se hallaba la figura mariana, motivo por el que se instalará un altar provisional.

El traslado se realizó en una procesión junto al patrón de la localidad, San Sebastián, cuyo paso sale por estas fechas, desde hace años, por iniciativa de la Hermandad del Nazareno. Las tres tallas partieron desde la parroquia de la Asunción -lugar donde han permanecido temporalmente los santos que no sufrieron daños- en un recorrido por puntos como la calle Río Seco hasta llegar al Hospital, donde una a una fueron entrando las imágenes bajo el sonido de la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Veracruz.

Pasado todo este periodo de tiempo, la investigación sobre las causas que originaron el fuego continúa abierta sin ninguna novedad. La restauración de la Virgen de la Piedad ya ha superado su paso más difícil desde que el pasado 17 de diciembre los restos calcinados llegasen al taller de Manuel Jacob Quero. "Desde ese día, sábados y domingos inclusive trabajo en la imagen, ya que estaba más dañada de lo que se pensaba en un primer momento", contó el restaurador. "En la cabeza hubo mucho daño en las zonas más visibles", reconoció. Para recomponer la fisionomía de la cara se ha apoyado de un extenso reportaje fotográfico.

El profesional ha tenido que profundizar en la madera para eliminar los restos del fuego, por ello "al 98% va a ser una réplica" según Quero. Las manos, sin embargo, sí serán nuevas. A la hora de valorar todos los elementos de la talla, el especialista analizó que "lo que más sufrió fue la parte de abajo donde se supone que primero le afectó el fuego".

Los trabajos se encuentran actualmente en fase de policromía o terminación. "Todavía queda mes y medio porque ahora viene lo más delicado, lo refinado, que depende del tiempo", comentó Quero. Esta labor implica muchas horas de esfuerzo para que la talla retome su aspecto al final de la Cuaresma.

Numerosas han sido las iniciativas solidarias para recaudar fondos que sufraguen la restauración, con un coste estimado, según el hermano mayor, Eloy Viro, de 40.000 euros. El Zumosol ARS balonmano disputó un encuentro a beneficio de la hermandad; del mismo modo, la semana pasada la asociación Los Pintores del barrio de Goya organizó una chocolatada con fines similares. La cofradía, además, ha abierto una cuenta corriente para recaudar donativos.

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