Puerto del Calatraveño

Adiós al espíritu navideño

  • Los diputados provinciales protagonizaron el pasado jueves una de los plenos más broncos del mandato al abordar asuntos como las incompatibilidades en el SAU o el Grupo Cinco.

LA presunta infracción de la Ley de Incompatibilidades por parte de funcionarios del Servicio de Arquitectura y Urbanismo (SAU) subió el jueves la intensidad del debate en el Pleno de la Diputación. Fue en general una sesión áspera, bronca. Los diputados se dejaron el espíritu navideño en sus respectivos pueblos, -con la excepción del alcalde de Montoro, Antonio Sánchez Villaverde (PSOE), que repartió mazapanes entre colegas y público cuando, pasadas las tres de la tarde, los cuerpos pedían azúcar- en una de las sesiones más crispadas del año y casi de todo el mandato. Hubo amenazas de denuncias, expresiones desafortunadas que rozaron el insulto e, incluso, interpelaciones al Santísimo y a la Virgen de las Angustias. Lo de las miradas de rechazo al contrario y los gestos de burla es casi ya habitual en un foro donde el respeto y la búsqueda de puntos comunes deberían ser la norma.

Pero no ocurrió el jueves. El portavoz del grupo de IU, Francisco Martínez, defendió una proposición en la que interpelaba a la presidenta, la popular María Luisa Ceballos, a destituir a la diputada de Recursos Humanos, Pilar Gracia, por la gestión del caso de presuntas incompatibilidades cometidas por varios arquitectos, entre ellos supuestamente el propio jefe del SAU. También reclamaba IU la creación de una comisión de investigación para aclarar estos hechos y la puesta en marcha de medidas para que no vuelvan a ocurrir. Toda la oposición, con matices, se mostró a favor de la reprobación de la diputada ante la creencia general de que, desde que un grupo de arquitectos presentó la primera denuncia en octubre del año pasado, no ha hecho todo lo que se encontraba en sus manos para aclarar la situación. No sólo eso. La oposición censuró, además, que Gracia haya omitido datos ante la corporación pese a las reiteradas solicitudes de información sobre el caso. Martínez criticó que cuando Gracia compareció ante el Pleno para dar cuenta del archivo de la investigación reservada abierta en verano no dijera que el instructor ya había alertado de presuntas incompatibilidades, aunque sin poder concretarlas debido a que el Colegio de Arquitectos no había aportado documentos certificados. Y que, en el Pleno de noviembre, Gracia no dijo nada de la apertura de un expediente disciplinario al jefe del SAU.

Salió en defensa de la diputada el vicepresidente primero, Salvador Fuentes. El diputado alabó la extrema prudencia de Gracia para no desvelar ningún dato y no comprometer así la identidad de los arquitectos del SAU, al tiempo que advirtió a Martínez de una posible vulneración de información reservada, con "responsabilidad civil y penal". "Está empañando la imagen de la Diputación. Es un irresponsable, como lo fueron sus antecesores", le espetó durante un debate en el que, incluso, salió el nombre de la ahora consejera de Fomento, Elena Cortés, en su momento portavoz de IU en la institución provincial cordobesa. A estas alturas, coincidiendo con la oposición, parece evidente que el equipo de gobierno no ha sido todo lo claro que el asunto requería con los diputados de los otros grupos, independientemente de los tiempos -ya se sabe que la burocracia no siempre sigue los ritmos de la vida cotidiana- y sin entrar en si Gracia ha mentido o no. Lo que sí es evidente es que el equipo de gobierno podía haber encontrado fórmulas para evitar dar nombres propios de arquitectos ante la opinión pública o para poner el foco sobre determinados profesionales, pues éste es su principal argumento para justificar la falta de claridad. Habría bastado con una llamada telefónica o una reunión en un despacho para dar explicaciones. Porque si otro aspecto trasluce de lo ocurrido el jueves en el plenario es la falta de relación entre el equipo de gobierno y la oposición. ¿No hay más comunicación que lo dicho en las comisiones y los plenos? ¿Tienen que esperar los diputados a las sesiones mensuales para abordar los asuntos de la provincia? Parece que sí. El orden del día, por otra parte, apenas incluía asuntos de gestión. A la espera de conocer el borrador del presupuesto -hay compromiso del diputado de Hacienda de hacerlo llegar a los grupos esta semana-, diciembre quedará recogido en las actas como un mes en el que la actividad fue prácticamente nula.

Sí hubo, por el contrario, un derroche de proposiciones presentadas por todos los grupos políticos. El más prolífico fue el diputado de Unión Cordobesa (UCOR) Carlos Baquerín, que presentó tres. Una de ellas, tras otro debate agrio, arrancó el compromiso de Fuentes de comparecer para aclarar las cuentas del Grupo Cinco. El PSOE introdujo sendos debates sobre la plantilla del Instituto Provincial de Bienestar Social y sobre los futuros fondos Feder, mientras que IU, aparte de los episodios investigados en el SAU, mostró de nuevo su preocupación por la existencia de barreras arquitectónicas en multitud de calles y edificios de la provincia. El equipo de gobierno aceptó incluir en el presupuesto una partida para solventar este problema, pero hubo discusión hasta para decidir el adjetivo con el que definir el nivel de inversión: ¿un presupuesto "suficiente", "adecuado", "necesario"? Parafraseando a la propia Ceballos después de que el alcalde montoreño repartiera las logroñesas: "A veces nos vendría bien tener metido un mazapán en la boca".

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