La provincia de Córdoba se ha vestido de fiesta para celebrar las fiestas Navideñas. Los motivos propios de la época decoran las calles, aportan luz e invitan a pasear por cada uno de los municipios cordobeses. Un ejemplo de ello es el impresionante poblado navideño que por segundo año consecutivo se ha instalado en plena Plaza Nueva del centro de Lucena. Un atractivo turístico -que esta semana ha copado titulares en medios nacionales a cuenta del fallecimiento de un burrito de apenas cinco meses- que ya el año pasado registró más de 120.000 visitas a lo largo del mes que el Belén permanece expuesto y que este año, con las mejoras y la ampliación que ha sufrido, espera ampliar considerablemente esta cifra.

El fuerte comercio que posee esta localidad de la Subbética ha sido siempre un referente en estas fechas para que los vecinos de la comarca la visitaran. Sin embargo, la inclusión de este poblado, dentro de la oferta de Lucena, ha ampliado considerablemente la llegada de curiosos, cámara en mano que aprovechan su visita para realizar su compras, disfrutar de la gastronomía local y pasar un día por sus calles y en concreto en este atípico portal de Belén, que permanecerá abierto hasta el 6 de enero. Un poblado que en esta Navidad cuenta con 11 puestos de productos artesanales típicos que lo rodean con vendedores mimetizados con el entorno y que ofrecen al visitante, dulces, turrones, garrapiñadas, zambombas o algodón de azúcar en horario de 12:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:30 horas durante los días laborables y una hora más tanto por la mañana como por la tarde, durante los sábados, domingos y festivos. "Este año se ha ampliado considerablemente el número de solicitudes de artesanos que querían optar a uno de los puestos, después de la buena acogida que tuvo el poblado el año pasado", anota la delegada de Fiestas, María del Mar Morales.

Sin duda, un recinto que hace las delicias, sobre todo, de los más pequeños gracias al número de animales de granja que tienen, donde los niños no dejan pasar con admiración a las ovejas, los burritos, los patos, cerdos, cabras y conejos, entre otros y que en mucho de los casos, son el principal foco de las fotografías. Además, como novedad en esta edición, el Nacimiento ha hecho un guiño a la historia de Lucena y ha recogido entre su decoración un estanque para los patos, reminiscencia al que hubo en el parque del Paseo de Rojas. "Me gusta que lo hayan incluido porque me recuerda a mi niñez", asegura a El Día Araceli García, una lucentina que visita el Belén poblado acompañada de sus dos hijos.

Como cada año, el eje que mueve esta iniciativa no es otro que el imponente Misterio a tamaño real donde la Virgen María, San José, Jesús, la mula y el buey esperan el paso de los visitantes que de Lucena y la comarca llegan en estas entrañables fechas.

El Nacimiento incluye, además, un gran huerto, un río con su noria y un molino que completan el diseño, para el que se ha empleado una vez más material reciclado y reutilizado por parte de los alumnos de la Escuela Taller de Lucena, personal de los Servicios de Mantenimiento, empresas que contribuyen de manera desinteresada como Huerta El Galeón y personal de la Delegación de Fiestas del Ayuntamiento. La infraestructuras se completa con 209 arcos de luz que integran 540.000 puntos de led, una campana iluminada de ocho metros de altura que se ha instalado en el Llanete de la plaza San Miguel, los tres Reyes Magos sobre sus camellos que se han incluido en un lateral del Paseo del Coso y el Tren Navideño, que cargado de música, color e ilusión pasea a los visitantes por las distintas calles más céntricas de la ciudad al precio de un euro por viaje y que disfrutan sobre todo los colegios que han concertado su trayecto con los más pequeños de la zona.