Francisco Jesús Redondo es un montillano que vivió el pasado martes una situación que califica de "sorprendente e inesperada". Este joven, en paro desde hace seis meses, se acercó por la mañana hasta el Ayuntamiento para recoger una documentación para buscar empleo. Para "ahorrar dinero y tiempo buscando aparcamiento", explica, Redondo hizo el trayecto en bicicleta desde su casa hasta el Consistorio. Una vez allí, se dio cuenta de que no tenía un candado para bloquear su bicicleta y evitar que se la robaran, por lo que decidió aparcarla en el vestíbulo del Consistorio mientras realizaba una "rápida gestión", añade.

No habían pasado cinco minutos, cuenta Francisco Jesús, cuando un agente de la Policía Local se acercó a su lado y preguntó de quién era el ya conocido velocípedo. El joven dijo que era suya y el Policía le informó del indebido aparcamiento que había elegido para su bicicleta. Tras explicarle el motivo de su ubicación, el joven decidió hacer caso al agente, cogió la bicicleta y la cambió la posición. No obstante, Redondo dejó caer el vehículo sobre la fachada del Ayuntamiento, de tal forma que una rueda quedara visible para él, siempre con el miedo de poder perder su medio de transporte. Así pues, el mismo policía local volvió a mostrar a Francisco Jesús su disconformidad ante el nuevo sitio elegido. Esta vez se negó a retirarla de la nueva posición, ya que "sólo tardaría dos minutos", añade.

Tras esta situación, el agente -que siempre había mostrado una postura "altiva", según el joven-, pidió la documentación a Redondo ante su incredulidad, puesto que no entendía con claridad cuál era el motivo del enfrentamiento. Pese a esto, el montillano terminó sus trámites y abandonó el Consistorio para trasladarse hasta su casa. Cuál fue su sorpresa, cuando al salir del Ayuntamiento se encontró con el agente esperándole con una multa que ascendía a 200 euros. Este periódico ha podido acceder a la multa que justificaba su imposición por "estacionar en el portal del Ayuntamiento negando retirarla". El joven se negó a firmar la sanción, puesto que no estaba conforme y ha decidido presentar la reclamación, al considerarla "abusiva". El joven ciclista reconoció que nunca pensó que una situación tan "surrealista" le llevaría a recibir su primera multa y que sería de tan elevado importe.