Las visitas al Parque Arqueológico de Torreparedones han experimentado un importante aumento desde su apertura al público en 2011. Tanto es así, que en apenas los primeros seis meses de 2014, casi se ha alcanzado el número de visitas registradas a lo largo del año pasado. Concretamente, de enero a junio han caminado por las calles de la ciudad romana más de 2.300 personas, mientras que en los doce meses del año anterior, la cifra se situó en torno a las 3.000 visitas. Por este motivo, el alcalde de Baena, Jesús Rojano (PSOE), mostró ayer su satisfacción ya que "el aumento del número de visitantes va a muy buen ritmo y muy lejos del 5% o 10% que sería lo normal" y destacó que "Torreparedones lo hace casi al 50% anual".

El primer edil hizo estas previsiones teniendo en cuenta "no sólo que en apenas seis meses estamos muy cerca del número de visitantes que recibió el parque el pasado año, sino porque tenemos pendiente el lanzamiento de una campaña para el comienzo del otoño y el invierno, que también va a contribuir a la llegada de turistas". Para Rojano, este éxito en el número de visitas se debe principalmente a que "el ritmo de excavación es vertiginoso" y teniendo en cuenta que solo se lleva excavado el 5% "los hallazgos realizados son realmente asombrosos". "Sólo nos falta ahora ponerlo todo en conocimiento de la gente", aseguró.

Dentro del proyecto BaenaCultura y desde 2006, el Ayuntamiento de Baena creó un parque arqueológico en Torreparedones que fue inaugurado en el mes de enero de 2011. Fue en 2009 cuando el yacimiento ibero-romano comenzó a tomar forma cuando los trabajos de investigación y restauración encontraron en la zona del foro una inscripción con el nombre de la persona que durante la época del emperador Augusto costeó la reestructuración de esta ciudad para integrarla en el mundo romano: Marco Junio Marcelo, de la tribu Galeria.

Pero sin lugar a dudas, el año 2011 fue el más fructífero del yacimiento: la puerta oriental de entrada a la antigua ciudad, el santuario íberorromano, el mercado romano y gran parte del foro. Por el momento, lo que más satisfacciones ha deparado ha sido la excavación en la necrópolis oriental y en la zona del entorno de la plaza del foro donde se puso al descubierto un gran número de enterramientos de época romana y la presencia de algunos sepulcros colectivos hipogeos, semejantes al Mausoleo de los Pompeyos descubierto de manera fortuita en el siglo XIX. Si bien, los más impactantes se producían en la zona del foro, donde se localizaban las esculturas de Livia y Tiberio, un retrato de Claudio y un torso de escultura thoracata que podría representar a Domiciano o Trajano. Se hallaban además, otros restos de esculturas romanas y en la curia, restos de al menos cuatro estatuas, tres de ellas sedentes que podrían representar a divinidades, emperadores o emperatrices romanas.

En 2012, por su parte, tenía lugar el descubrimiento de un conjunto homogéneo de siete monedas exclusivamente de Nerón, de las que sólo hay dos o tres paralelos en el mundo y la máscara de un gladiador y en 2013 se llevó a cabo una actuación para poner al descubierto unos restos corresponden a una antigua ermita dedicada a las santas mozárabes Nunilo y Alodia, módulo de este taller encargado de tareas de consolidación y restauración de los restos que afloren.

En 2014, Torreparedones ha arrojado a la luz un nuevo e "importantísimo hallazgo", según ya informó el Ayuntamiento. En esta ocasión se trata de una tumba monumental de época romana perteneciente a la necrópolis norte y de la que, según ya explicó el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, "aún se desconoce la magnitud que puede tener", si bien está a apenas medio kilómetro de otra tumba conocida como la Mazmorra, "lo que deja ver lo espectacular que debe ser esta zona funeraria", insistió.

Hace apenas unos días, el Consistorio volvía a informar de un nuevo descubrimiento: varios tramos de calles que articulaban la antigua ciudad romana. En concreto, se han exhumado parte de tres calles con su correspondiente cruce, al norte y al oeste de la curia, calles que ya se habían detectado en la prospección geofísica.

La historia de Torreparedones se puede remontar a la publicación en 1989 del libro El Santuario Ibérico de Torreparedones (Castro del Río-Baena, Córdoba), de José Antonio Morena. Esta publicación supuso un hito en la historia del yacimiento pues originó la puesta en marcha del proyecto de investigación The Guadajoz Proyect. Los resultados obtenidos durante esos años pusieron de manifiesto la importancia de Torreparedones para el conocimiento de numerosos aspectos de la Antigüedad y Edad Media: arquitectura militar, urbanismo, religión, etc. Además, la declaración de Torreparedones como Bien de Interés Cultural, por parte de la Junta de Andalucía, puso de relieve el interés y la importancia de este yacimiento que está llamado a ser uno de los hitos patrimoniales más singulares de la provincia de Córdoba.