¿Una nueva búsqueda de El Dorado en Sierra Morena? Que los romanos y nuestros recientes antepasados del siglo XX explotaron la comarca para extraer de sus entrañas todo tipo de minerales -desde los que eran aprovechados para producir armas hasta otros más valorados como ornamento- es ya de sobra sabido. Hasta que se agotó. O eso creyeron ellos, porque la empresa Beralt España acaba de conseguir la autorización por la parte de la Delegación de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Córdoba para un trabajo de investigación denominado Gala Morena I y cuyo objetivo no es otro que la localización de minerales en los términos municipales de Adamuz, Cardeña, Montoro y Villanueva de Córdoba.

Según consta en la autorización ambiental, a la que ha tenido acceso El Día, los trabajos consisten en investigar la posible localización de yacimientos de wolframio -una sustancia muy apreciada por la industria armamentística-, oro, plata, cobre, cobalto, bismuto, estaño, zinc y recursos afines, incluidas tierras raras. Para ello, la sociedad realizará trabajos a lo largo de tres años, correspondientes cada uno a una fase distinta de la investigación.

En la primera anualidad, la empresa pretende conseguir una cartografía geológica con especial atención a los aspectos estructurales que controlan la situación de los filones y brechas mineralizadas. Beralt desarrollará su investigación en 296 cuadrículas mineras, que se extienden en un área de aproximadamente 88'80 kilómetros cuadrados. En este primer periodo, la empresa también recopilará e reinterpretará la información proveniente de los trabajos desarrollados con anterioridad por otras compañías u organismos oficiales y llevará a cabo una toma de muestras de sedimentos de arroyos de la zona cubierta por el permiso.

En el segundo año, Beralt dará un paso adelante y tomará muestras más concienzudamente. En el último y tercer año de investigación, el sondeo será más profundo. La Junta de Andalucía llama la atención en su autorización sobre el hecho de que todavía no se conoce la localización exacta de los sondeos, por lo que la empresa deberá solicitar autorización cada vez que delimite una nueva cuadrícula con objeto de valorar si es posible su ejecución. La Consejería de Medio Ambiente quiere de esta manera tomar todas las "medidas preventivas necesarias para evitar molestias sobre las especies allí presentes y la alteración de sus hábitat".

Los cuatro ayuntamientos afectados -Adamuz, Cardeña, Montoro y Villanueva de Córdoba- han resuelto de forma favorable sus respectivos informes de compatibilidad urbanística, aunque con matices, pues Montoro ha emitido un informe desfavorable para los terrenos que discurren por suelo no urbanizable protegido en zona de protección grado B, esto es, dentro del Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro, o en los suelos calificados como de Especial Protección Hidrológica por su cercanía al río.

Precisamente, uno de los principales obstáculos que se ha encontrado Beralt España a la hora de conseguir la autorización medioambiental es la protección especial a la que están sujetos numerosos parajes de la Sierra Morena cordobesa en los que intervendrá. El Suroeste de la Sierra de Cardeña y Montoro, por ejemplo, está declarado lugar de Importancia Comunitaria y forma parte de la Red Natura 2000, propuesto por su "importancia" al albergar especies como el lince ibérico, el lobo, la nutria, el águila real, el águila imperial y el milano real. Beralt también tiene previsto intervenir en una zona del Guadalmellato considerada igualmente lugar de Importancia Comunitaria por ser una zona de hábitat del lince ibérico y constituir un pasillo de unión con la colonia ubicada en el Parque Natural de Hornachuelos. En Adamuz, por último, una de las zonas de estudio afecta al monte público de los terrenos comunales.