pABLO Vecilla. responsable de la Escuela Peñín de Cata

"El gran problema de los vinos de Montilla-Moriles es la comunicación"

  • El equipo de Peñín evalúa medio centenar de caldos de 15 bodegas

"Los vinos de Montilla-Moriles no tienen nada que envidiar a los de Jerez. El producto es diferente, pero la calidad es igual o superior", resume Pablo Vecilla, responsable de la Escuela Peñín de Cata. Esta semana, el equipo que confecciona la Guía Peñín de los Vinos de España, con 25 años a sus espaldas y más de 500.000 ejemplares vendidos, cató en el centro de interpretación Envidarte, ubicado en Montilla, medio centenar de caldos del marco a través de una convocatoria a las bodegas que contó con la ayuda del Consejo Regulador.

Aunque la evaluación se mantiene en secreto hasta el próximo mes de octubre, cuando sale al mercado la publicación que sirve de sanctasanctórum a los aficionados a la enología, Vecilla se atreve a realizar un vaticinio: "Posiblemente, uno o dos de los vinos catados se sitúen entre los diez mejores de España. Esto indica -subraya- que en Montilla-Moriles se están haciendo cosas muy importantes".

En la cata participaron unas 15 bodegas del marco, la mayoría de gran tradición aunque en la zona haya cada vez mayor número de pequeños productores que intentan abrirse paso. Vecilla da la clave: "Son vinos que requieren de mucho tiempo. Hay soleras del 1800... Así que los nuevos productores todavía no se atreven a dar este salto", dice. La cata se realiza por tipos: blancos, finos, olorosos, amontillados y pedro ximénez. Estas dos últimas variedades son los productos estrella de la zona productora cordobesa. "Jerez es el único sitio que podría competir", compara.

¿Por qué entonces los vinos de Montilla-Moriles son mucho menos conocidos? "El gran problema está en la comunicación fuera de Córdoba y en el extranjero, no se está haciendo lo suficiente para divulgarlos", reflexiona. Y ello pese a que la relación calidad precio es "excepcional". "Un buen vino de Montilla-Moriles puede adquirirse por seis o siete euros. Uno equivalente en Francia o Italia podría llegar a 50, 100 ó 200 euros y se vendería como producto exclusivo", advierte. Otra clave, siguiendo con la comparación con los caldos jerezanos, es la dimensión de las empresas bodegueras. Alvear, Toro Albalá o Cruz Conde a duras penas pueden competir en recursos con Osborne, González Byass o Sandeman. "El producto de Montilla-Moriles es complicado, y tiene sentido comunicarlo", reflexiona Vecilla, que destaca la "complejidad y singularidad" de los caldos del marco. Es, además, un vino "fino y elegante".

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