La Guardia Civil de Córdoba, a través del Seprona, ha desarrollado en los últimos meses la denominada operación Passer, con la que se pretende frenar la captura ilegal de pequeñas aves, las llamadas paseriformes. Este protocolo se puso en marcha el pasado 1 de octubre y el desarrollo de los procedimientos operativos arroja hasta el momento el resultado de 50 intervenciones, de las que 47 se han tramitado como denuncias administrativas y tres como infracciones penales, con la imputación de tres personas como responsables de otros tantos delitos contra la fauna. Además, consecuencia de esta actividad policial ha sido la incautación de dos reclamos electrónicos, 31 redes, ocho perchas, 600 cepos o costillas y 293 ejemplares de este tipo de aves, en un elevado porcentaje muertas, informó el instituto armado.

Fundamentalmente, son dos las modalidades de captura; en la primera de ellas se utiliza una red llamada invisible o japonesa, la cual se dispone en un plano vertical interponiéndose en las trayectorias de las aves, logrando que estas se queden atrapadas. En la segunda, se usan cepos denominados de forma coloquial costillas.

Los ejemplares más afectados se corresponden, entre otros, con las especies de petirrojo, currucas, jilgueros, verderones, zorzales, mirlos y lavanderas. La captura de estas especies está prohibida con carácter general y en un porcentaje muy elevado están protegidas por la normativa autonómica, estatal y comunitaria.

Entre las actuaciones desarrolladas por el instituto armado destaca la llevada a cabo por el Seprona de Montoro a finales de octubre, cuando denunció a un vecino de Cañete de las Torres por dar muerte a una bisbita común, 30, jilgueros, 62 pardillos comunes, dos verdecillos y tres verderones común. El 4 de diciembre se imputó a un vecino de Lucena un delito contra la fauna por la captura de un mirlo común, 11 currucas capirotadas, un gorrión común, siete zorzales, un petirrojo y un curruca zarcera. El 30 del mismo mes se le intervino a un vecino de Córdoba en las proximidades del pantano del Guadalmellato cuatro zorzales, 21 petirrojos, dos gorriones, cuatro mirlos, cinco pinzones, cinco colirrojos y 120 costillas. Por tales hechos se le imputó un delito contra la fauna siendo puesto a disposición judicial.