Provincia

La venta de productos bancarios tóxicos podría afectar a cientos de usuarios

  • Los compradores intentan recuperar su dinero, invertido en participaciones preferentes

Varios cientos de vecinos de Hinojosa del Duque podrían estar afectados por la compra de participaciones preferentes perpetuas, un producto bancario de los denominados tóxicos que adquirieron en cajas y bancos y cuyo valor no pueden recuperar de manera inmediata. Según informó ayer la Cadena Ser, en algunos casos los afectados podría haber invertido hasta 100.000 euros en la adquisición de estos productos, si bien no hay una cifra clara de cuántos son los clientes afectados y cuál es la cantidad total invertida.

Sobre este asunto se han pronunciado la coordinadora provincial de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España (Adicae), Carmen Domínguez, quien explicó que estas participaciones preferentes no son depósitos a plazo fijo al uso, sino que se trata de "un producto de alto riesgo". En este sentido, lamentó que las entidades bancarias "no hayan tenido en cuenta el perfil de la persona a la que le ofrecen este producto, personas mayores en su mayoría y a las que no siempre se les explica el riesgo que corren al adquirir estas participaciones". Domínguez expuso que las cajas y bancos tienen la obligación de dar cuenta de todos los detalles, como por ejemplo de que se trata de participaciones preferentes perpetuas, "para siempre", y que para convertirlas en dinero hay que venderlas en los mercados. "Tal y como está la situación actual en esos mercados, resulta muy complicado vender y sacar rentabilidad a estas participaciones, por lo que los usuarios no pueden rescatar su dinero, que en muchos casos lo entregaron con la confianza de que era una inversión, similar a la de un plazo fijo, por ejemplo".

En Hinojosa del Duque, desde hace algunas semanas había comentarios sobre personas que habían acudido a rescatar sus fondos a varias entidades bancarias y que no habían podido hacerlo. Además, en la mayoría de los casos se trata de personas mayores y que, según Adicae, "no reciben en ocasiones toda la información, ni cumplen con el perfil de inversores, una circunstancia que los bancos y cajas deben tener en cuenta a la hora de ofrecer estos productos, denominados como tóxicos", precisó Carmen Domínguez.

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