Pasarela

A por la estatuilla con el estómago lleno

  • El hotel Beverly Hilton organiza el tradicional almuerzo de nominados de los Oscar, que celebran su 88 edición el 28 de febrero Alicia Vikander, de rojo, vuelve a triunfar con su modelito

Ensalada de remolacha, trucha alpina, finos postres y, por supuesto, champán. Los Oscar calientan motores llenando el estómago de sus protagonistas con suculentos manjares en el almuerzo de nominados, que como es tradición se ha celebrado en el Hotel Beverly Hilton un par de semanas antes de la gran noche del séptimo arte hollywodiense. La velada en la que hubo risas, anécdotas, alguna que otra ausencia sonada y potenciales estrellas terminó con la famosa fotografía de grupo, con la que oficialmente comienza la cuenta atrás para la entrega, que tendrá lugar el próximo 28 de febrero con Chris Rock como maestro de ceremonias.

El preludio de la gran noche del cine internacional fue distendido, lo que se reflejó también en el photocall, por el que fueron desfilando looks propios de un dress code relajado, a excepción de Lady Gaga, que aunque se mostró encantada de la vida patinó con un outfit propio de una velada nocturna. Su vestido cuello halter y silueta sirena color crema de enorme escote en la espalda no funcionó en absoluto. Tampoco lo hizo del todo el total look black de una sobria Jennifer Lawrence, firmado por Stella McCartney. Sí acertaron de lleno tanto Alicia Vikander, con vestido de manga corta y falda mini de vuelo color rojo de la firma Louis Vuitton, y Rachel McAdams, que también enseñó piernas con un coqueto vestido color salmón de Prada. A falta del modelito de Cate Blanchett, una de las grandes ausentes de la velada, junto a Michael Fassbender, muy aplaudida fue la elección de la actriz Brie Larson, vestida de Emilia Wickstead.

Más de 150 figuras del mundo del cine se reunieron en torno a la mesa. No obstante, no fueron ni Leonardo DiCaprio, ni Sylvester Stallone, ni Eddie Redmayne las estrellas de la cita. Tampoco Rooney Mara, Alejandro González Iñárritu o Steven Spielberg. Todas las miradas estaban puestas en él, en el actor Jacob Tremblay. El pequeño intérprete, con sus espontáneos nueve años, revolucionó la cita con su sola presencia, a pesar de que su nombre no está en la lista de candidatos a la estatuilla dorada. El protagonista de La habitación, una de las cintas más alabadas de este año tanto por la crítica como por el público, encandiló a los flashes ataviado con traje y corbata mientras compartía photocall con la nominada Brie Larson con total desenvoltura. Jacob aprovechó también la jornada para ampliar su círculo de célebres amistades, tal y como reflejan sus redes sociales, en las que ha compartido una divertida fotografía con Sylvester Stallone, un robado de la cantante Lady Gaga y un selfie con la mismísima Jennifer Lawrence.

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