Pasarela

Noche de ostentosa extravagancia

  • A pesar de ser considerado uno de los eventos de moda más potentes del año, la alfombra roja del Costume Institute ha sido en este 2015 un auténtico despropósito.

La anfitriona tiene el honor de inaugurar la alfombra roja de la Gala del MET, y ya se sabe la fiesta solidaria del Costume Institute lleva el sello de Anna Wintour. La editora de la edición estadounidense de Vogue subió la famosa escalinata del Metropolitan Museum of Arts de Nueva York con un diseño creado especialmente para ella por Karl Lagerfeld. Una pieza de Alta Costura con un estampado inspirado en la cerámica china. Sólo era el anticipo a la red carpet del despropósito y de la ostentosa extravagancia.

Este 2015 la exposición, bajo el nombre China: A través de un espejo, ya dejaba entrever lo que se degustaría en la alfombra roja, pero nada hacía presagiar que el habitual desfile de celebridades -la creme de la creme de la moda, el séptimo arte, la música y el celuloide en general- acabase siendo una mala digestión. Y es que, salvando a un selecto grupo de invitadas, la mayoría más que reinas de la elegancia lo fueron del esperpento.

Es difícil averiguar qué pasó por la cabeza de Rihanna cuando dijo sí al vestido amarillo de capa interminable, de Guo Pei de Alta Costura, con el que se presentó en la cita. No se sabe si de verdad quería ser la mejor vestida o la que incendiara internet con casi todos los memes de la Gala Met 2015, como ocurrió. Le pisa los talones Sarah-Jessica Parker, que ha pasado de ser la más elegante del 2014 a la más hortera del 15. Su vestido sostenible de H&M era efectivamente de inspiración oriental pero recordaba más a un kimono japonés que a un qipao chino; pero lo peor fue su gigantesco y diabólico tocado de Philip Treacy. No, Sarah-Jessica, no estabas en Ascot, ni en la cabalgata de Disney. También pecó de excéntrico el look de Lady Gaga, aunque en ella es lo habitual. La cantante se disfrazó de geisha fastuosa con una creación con escotazo de Balenciaga.

La alfombra roja del MET, uno de los grandes eventos de moda del año, también llamó la atención por las curvas al descubierto de Beyoncé, de Givenchy, Kim Kardashian, de Roberto Cavalli, y Jennifer López, de Atelier Versace. Las tres celebridades iban semidesnudas, o mejor dicho desnudas con las partes más íntimas de su cuerpo estratégicamente tapadas. A destacar el dragón rojo que rodeada el cuerpo de J-Lo; por eso de las reminiscencias chinas. Lo más (entiéndase la ironía).

Anne Hathaway brilló (literalmente) con un vestido dorado con capucha de Ralph Lauren con el que no tardó en ser confundida con un Oscar, no De la Renta sino la estatuilla dorada. Tampoco estuvo fina Cara Delevingne, de Stella McCartney, que se saltó a la torera el dress code, al igual que Miley Cyrus, de Alexandre Wang, o Kendall Jenner, de Calvin Klein. Tampoco dio en el clavo Amal Alamuddin, la esposa de George Clooney, con un vestido rojo de detalles dorados -colores chinos por antonomasia, eso sí- de John Galliano para Margiela Couture.

Pero todo no va a ser tragedia. Menos arriesgados pero más elegantes resultaron los outfits de Sofía Vergara, espectacular como siempre de Marchesa; Uma Thurman, enseñando pierna de Atelier Versace; Diane Kruger, con pantalón de Chanel Alta Costura; o Selena Gomez, con vestido blanco de corte sirena firmado por Vera Wang y un tocado floral muy favorecedor. Tampoco defraudó, como venía haciendo últimamente, Jennifer Lawrence, con diseño cut out color negro y estampado floral en el escote.

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