Doña Letizia sacó ayer su lado más humano y maternal el antiguo Salón de Plenos del Senado, donde se celebraba el acto oficial del Día de las Enfermedades Raras. La Reina, que escogió para la ocasión un pantalón negro, una camisa blanca con motivos negros y rojos y una blazer roja, se mostró en todo momento pendiente de los más pequeños de la asociación, a los que no dudó en tomar en brazos y acariciar en más de una ocasión, dejando patente su cercanía y su compromiso con esta causa.

Con un discurso cercano, en el que llegó incluso a teatralizar de forma improvisada la alegría que supone para unos padres recibir un diagnóstico médico que ponga nombre y apellido a la dolencia de su hijo, la Reina no dudó en subrayar que su labor en pro de esta federación es la que llena de sentido su trabajo. "Estos años compartidos con esta gran familia de las personas con enfermedades raras y con su entorno han dotado, sin duda, de un enorme y luminoso sentido a mi trabajo, primero en mi etapa como Princesa y ahora también como Reina", confesó doña Letizia.

Con sus palabras, la Reina se ha puesto en la piel de los enfermos que padecen enfermedades raras y también en la de sus padres y ha reivindicado el papel de la investigación "siempre rentable y conveniente" y "camino esencial para avanzar en todos los ámbitos". En este sentido indicó que "un país con una ciencia potente es un país que progresa, que avanza y que consigue que sus ciudadanos vivan mejor". "Probablemente estemos aquí el año que viene para insistir en lo mismo, en el compromiso, y en su acción posterior, que los tres millones de personas con enfermedades raras que hay en España merecen. Mi esperanza es que hasta ese día, hayamos avanzado algo", concluyó la Reina.

Antes de dar por finalizado su discurso, doña Letizia hizo un guiño al Día de la Mujer Trabajadora que se celebra el próximo domingo al hablar de todas esas mujeres que cada día sacan adelante "con muchísimo esfuerzos la vida, la suya y la de los que la rodean", y, como no, especialmente aquellas madres que, además, "deben plantar cara a la enfermedad de un hijo".