Pasarela

Medio año de sonrisas con la reina Letizia

  • En sus seis primeros meses en el trono, la esposa de Felipe VI se ha caracterizado por un mayor aplomo y optimismo, además de por su carácter alegre y cercano

El trono le ha sentado bien a doña Letizia, eso es indiscutible. El pasado viernes se cumplió medio año de su ascenso al trono de España, seis meses en los que la sonrisa no se le ha borrado del rostro. La Reina se siente cómoda en su posición de consorte, lejos quedó esa actitud rígida producto de la excesiva responsabilidad en su papel como Princesa de Asturias. Ahora el aplomo, la cercanía y, sobre todo, la alegría se han adueñado de la esposa de Felipe VI. Doña Letizia se siente arropada y querida; es una obviedad que se encuentra desenvuelta en su nuevo rol de Reina y lo está disfrutando.

Esta actitud positiva le acompaña desde el pasado 19 de junio, cuando su esposo fue proclamado Rey de España. Ese día asumió el reto para el que llevaba preparándose una década, nada más y nada menos que seguir los pasos de su antecesora en el trono, la siempre impecable reina Sofía. Doña Letizia ha seguido todos sus consejos y, aunque la sombra de la madre de su esposo es muy alargada, ha sabido adaptarse y llevarlos a cabo de una manera exquisita, nada reprochable, como todo lo que se ha propuesto desde que aterrizó en la familia del rey don Juan Carlos en el año 2003 como prometida del por enconces príncipe Felipe.

Doña Letizia brilla en su papel de reina y así lo ha mostrado en todas y cada de sus apariciones. Su volumen de trabajo se ha duplicado y en seis meses se ha recorrido medio mundo mostrando una enorme seguridad en sí misma y sin perder su marcado e indiscutible estilo personal.

La reina Letizia es una mujer trabajadora y ésa es precisamente la imagen que quiere transmitir en su nueva faceta como soberana. Su forma de vestir y actitud arrolladora, eso sí desde el plano que le correponde como consorte, dan fe de ello. Por otro lado, no descuida el cuidado y la educación de sus hijas, la princesa Leonor e infanta Sofía, que sigue siendo su mayor reto personal mientras asume que todo ha cambiado, también para las pequeñas. El balance es inmejorable y su derroche de alegría respalda esta afirmación. Por algo se ha ganado -gracias a su anécdota con el presidente de la Cruz Roja de Filipinas, Richard Gordon, ante el que pronunció su primer discurso en inglés como Reina, en el 150 aniversario de la fundación de la Cruz Roja Española- el apelativo de Queen Felicity, es la reina de la alegría.

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