ANDA la cosa más que revuelta por la capital del Norte de la provincia. Las desavenencias entre socialistas e independientes tienen a la localidad en un sinvivir continuo del que no se sabe cómo va a salir. Pablo Carrillo y Benito García más que socios de gobierno parecen vecinos enfrentados y no pasa semana en la que algo pone en evidencia sus desavenencias. Lo último que muestra el clima interno es el suceso entre la Policía Local y el autobús para recoger a los mayores de la localidad, un episodio berlanguiano que flaco favor hace a una localidad que ha perdido mucho protagonismo en poco tiempo.