Cultura

Ali Khattab buscará en Córdoba las raíces orientales de un arte universal

  • El guitarrista egipcio presentará el próximo sábado en la plaza de Abades su disco 'Al Zarqa', que fue compuesto en la época en que vivió en Jerez de la Frontera

Casa Árabe se suma a La Noche Blanca del Flamenco con la organización de un concierto del guitarrista egipcio Ali Khattab, que indaga en las raíces orientales de este arte y que presentará su último trabajo, Al Zarqa, en el que reúne el flamenco con su pasado oriental. La actuación tendrá lugar en la plaza de Abades a partir de las 02:30, y la entrada es libre, como ocurre en el resto de los espectáculos.

Al Zarqa, el último disco de Ali Khattab, fue compuesto mientras el guitarrista vivió en Jerez de la Frontera, y en él se reúnen todos los palos del flamenco (soleás, seguiriyas, tarantas, tangos y rumbas) con sus antepasados orientales, los tradicionales maqamat de Oriente Medio (hijaz, rast, nawaathar y nahawand).

El sonido de la guitarra de Ali Khattab se mezcla con las melodías del laúd de Hesham Essam y las armonías del violín de Mohamed Medhat, dos jóvenes músicos de El Cairo, apoyados en una experta sección rítmica de origen español a cargo de Josemi Garzón al contrabajo y Antonio Rivero en la percusión.

"El término Al Zarqa se remonta a la época de Al-Ándalus. Los árabes llamaban asía una mora de ojos claros. Como mis composiciones nacen de la mezcla de influencias del Medio Oriente y del flamenco, del este y del oeste, este nombre me pareció muy adecuado para titular este proyecto", explica Ali Khattab sobre el nombre del disco.

Ali Khattab, que actuará mañana en la sede de Casa Árabe en Madrid, aprendió a tocar la guitarra con 11 años, aunque su pasión, casi una obsesión, por el instrumento comenzó cuando descubrió el flamenco, dos años más tarde. Este estilo musical le llegó al alma. A partir de la década de los 90 recorrió las bibliotecas, librerías, tiendas de música e institutos de música de El Cairo en busca de información. Progresivamente su técnica y su sensibilidad de guitarrista fueron creciendo, al igual que su interés por la historia, la cultura y el pueblo donde nació el flamenco: Andalucía. A partir de este momento, cada disco que compra, cada libro que estudia y cada nota que toca le llevan a un mismo destino: la cuna del flamenco. Un viaje que finalmente emprendió en 1997 y que le llevó a Jerez de la Frontera.

Allí conoció a influyentes músicos de flamenco, cantantes, palmeros y bailarines que le iniciaron en el verdadero universo del flamenco. De vuelta a casa, puso en práctica los conocimientos adquiridos, realizando giras en solitario o acompañado por otros músicos de su país.

Inspirado por su pasión por la música de Andalucía, se lanzó a su primera aventura como compositor, creando un proyecto de fusión que consistía en tocar música tradicional andaluza y flamenco con un peculiar toque del Medio Oriente: un enfoque en el que sigue profundizando en la actualidad.

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